Un hueso de aproximadamente unos 146 mil años de la cueva española de Cova Negra, ha sido el sitio en que se ha hallado la evidencia más antigua de un individuo con Síndrome de Down, que en este caso se trata de un niño de seis años que presenta varias anomalías en el hueso del oído, lo que demuestran su condición especial.
Los investigadores se toparon con un hueso del oído de un niño neandertal de seis años que presentaba las anomalías propias de alguien con la afección, dando a entender a los especialistas que el niño tuvo no solo problemas para moverse, sino también para escuchar.
El hueso, que era más pequeño que lo usual y posee forma en espiral, es claro indicativo de la enfermedad, aunque los investigadores piensan realizar exámenes de ADN para encontrar el cromosoma responsable del síndrome.
Un dato interesante que se desprende de la investigación es que los neandertales cuidaban a su gente sin importar la edad, dado que un niño de seis años con su condición solo pudo llegar a esa edad gracias a los cuidados de su comunidad.