Han sido pocos los viajes de la historia, donde un grupo de hombres se lanzan a lo desconocido y terminan perpetuando su hazaña en los anales del tiempo.
El viaje marítimo de Cristóbal Colón, significó un viaje que cambiaría no solo la concepción geográfica del mundo, sino también y de igual forma, la concepción mental del planeta que se tenía en aquella época.
Varios mitos y leyendas se tejían alrededor del océano y las ignotas tierras que estaban más allá de él.
De igual forma, el problema que supuso para los españoles de la época darse cuenta que existían otros seres humanos en el continente americano, fue otra de las consecuencias directas de este viaje; y la hegemonía económica de Europa, junto al florecimiento económico de ciertas regiones del continente se dieron gracias a este primer viaje de Cristóbal Colón.
Preparativos del primer viaje de Colón
Durante varios años estuvo Colón buscando la aprobación de los Reyes Católicos, haciendo presentaciones frente a la corte real junto a los personajes más estudiosos de España. Sin embargo, los reyes estaban enfrentando una guerra en el interior de territorio español contra los musulmanes que terminó en enero de 1492, cuando las huestes católicas se hicieron con el reino de Granada en la Reconquista.
Una vez terminado el conflicto bélico, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón permitirían a Cristóbal Colón hacerse a la “mar océana” para encontrar el oriente por el poniente, comenzando con los preparativos del viaje en mayo de 1492, cuando los Reyes Católicos enviaron una misiva a Palos de la Frontera en Huelva para que colaboraran con dos naves y reclutar la tripulación.
El viaje se iniciaría el 3 de agosto de 1492, con dos carabelas y una nao, saliendo con rumbo a las islas Canarias y de allí, a rumbo desconocido para los marinos europeos de entonces.
El primer viaje europeo por el Atlántico
Cuando zarpó la expedición que realizaría el primer viaje de Colón, las embarcaciones tomaron el rumbo de las islas Canarias, para una vez allí, enfilar su rumbo hacía el occidente, en una navegación que se pensaba solo transcurriría unas pocas semanas pero que tardaría mucho más tiempo de lo previsto.
Colón había señalado que a una distancia de 700 leguas, avistarían el continente y la isla de Cipango, el actual Japón. No obstante, cuando pasaron las 800 leguas, la tripulación se percató que la tierra estaba aún muy lejos de ser vista.
Esta situación se debe en gran medida a los conocimientos geográficos de la Tierra, donde se pensaba que la distancia que separaba el continente europeo de Asia sería de unos 5.000 kilómetros aproximadamente, cuando realmente es una cifra muy superior, debiendo franquearse el continente americano primero.
Debido a esto, los motines y las quejas de la tripulación se hicieron el pan de cada día en las embarcaciones que lideraban el primer viaje europeo al continente americano, viaje que abriría las puertas a un nuevo mundo, nuevas formas de pensar y nuevos conocimientos.
Los primeros días de octubre de 1492 fueron días muy difíciles para la tripulación de los tres barcos que habían salido de España.
Colón se enfrentaba a la molestia producida por un viaje tan largo, amenazándolo con volver a Europa. Pero Colón, gracias a los indicios claros de aves y plantas que se veían en el mar, y agradeciendo también a su don de gentes y poder de convencimiento, hizo que los marinos se quietaran, dándole a Colón un día más de navegación.
La espera terminaría cuando el día 12 de octubre de 1492, el grito de ¡Tierra!, sacudiría a los marineros, haciendo que Cristóbal Colón reclamase sus títulos ofrecidos por la Corona y nuevas tierras para los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Cristóbal Colón en América
Cuando llegaron a tierra los españoles, se encontraron con un grupo de indígenas que al parecer, se habían sorprendido mucho de la llegada de estos seres blancos, barbudos, con ropa diferente y junto a sus grandes barcas. Algunos preguntaron si venían de los cielos, pero todos se encontraron en la mayor cordialidad.
Una vez en tierra, Cristóbal Colón hizo que sus privilegios fuesen reconocidos, entre ellos su título de Almirante, además del gobierno de las tierras descubiertas en el nombre de los Reyes Católicos.
En la primera carta de Colón a los reyes y en otros documentos posteriores, se muestran las impresiones que tuvieron los españoles de las personas que habitaban aquellas tierras.
Les sorprendía su desnudez, la belleza y sanidad de sus cuerpos, los ornamentos que tenían, algunos de vidrios y otros materiales, que no poseían armas ni artículos de hierro y el oro que utilizaban, una de las principales inquietudes de Colón en su viaje.
Fue por el oro que los hombres de Colón comienzan a investigar las otras islas y tierras cercanas, donde los indígenas aseveraban vivía gente guerrera, aunque los primeros avistados por Colón era personas tranquilas como refiere en sus misivas reales.
Esta tranquilidad de los indígenas es la que hace a Colón señalar que la conquista y colonización del territorio debía realizarse pacíficamente, ya que en estos hombres y mujeres no veía ninguna maldad.
Colón tomó a seis indígenas para ser presentados a los reyes, junto con plantas, piezas de oro, tapices de algodón que regalaban los indígenas y animales, entre otras cosas.
El regreso de Colón a España tras su primer viaje
Las actuales Bahamas, Cuba y Haití, fueron islas que recorrió Colón durante este primer viaje, sucediendo cerca de Haití el día de Navidad, el primer naufragio europeo en tierras americanas, cuando motivado por descuidos humanos (se dejó a un joven inexperto la responsabilidad de dirigir la Santa María, mientras todos estaban dormidos), la Nao Santa María chocó contra el arrecife de coral, siendo necesario recuperar lo que en ella estaba, colaborando los indígenas en esta labor.
En la zona que hoy forma parte de Haití, Cristóbal Colón y 39 hombres crearon el primer asentamiento europeo en suelo americano, llamando Navidad, donde los españoles que quedaran debían esperar los que volvían a Europa.
El 2 de enero de 1493, Cristóbal Colón y el resto de la tripulación volvían a España, dejando en estos hombres el cuidado de las tierras recién descubiertas.
Cristóbal Colón en España
El 8 de marzo de 1493 Colón llegaba triunfante a continente europeo, siendo el rey Juan II de Portugal el primero en recibirlo.
Reunidos el monarca y el descubridor, el portugués se siente mal por haber rechazado a Colón varios años atrás, perdiéndose la oportunidad de haber dejado inscrito en los libros de historia su nombre y el de Portugal como los primeros en llegar a América.
De Portugal pasa a España, donde la primera celebración se realiza en Palos de la Frontera, donde son recibidos como héroes y Colón viaja por varios pueblos hasta llegar a Barcelona, donde sería recibido por la corte y los reyes.
Una vez en presencia de los monarcas, Cristóbal Colón refiere la travesía, los hechos y muestra los numerosos regalos a los Reyes Católicos, quienes elevan a Cristóbal Colón como uno de los hombres más importantes de España, respetando sus títulos y beneficios, e instándole para que prepare un nuevo viaje a las nuevas colonias de ultramar.