Una exposición organizada en la Escudería del Quirinal en Roma, ofrecerá a sus visitantes cerca de 160 obras, pinturas y dibujos, de Frida Kahlo hasta el próximo 31 de agosto. Cubrirá la totalidad de la carrera de la artista mexicana y reunirá en un mismo lugar sus obras más importantes, que provienen de colecciones públicas y privadas de México, Europa y Estados Unidos.
La exposición en Roma mostrará los trabajos de Kahlo en relación con los movimientos artísticos de su contexto y se complementará con una segunda que tendrá lugar en el Palacio Ducal de Génova centrada en las influencias de su vida privada en su producción, en la que la persona más influeyente fue su marido Diego.
Lo más destacado de la trayectoria de Kahlo son sus trabajos como retratista y autorretratista, género del que se podrán ver unas 40 obras incluidos los famosos Autorretrato con traje de tercipleo de 1926 y Autorretrato con collar de espinas de 1940.
También se expondrán dibujos y bosquejos como La cama volando, en el que nos muestra una versión surrealista del Hospital Henry Ford en que ingresó después de sufrir, con tan sólo 17 años, un duro accidente en el que el autobús donde viajaba fue arrollado por un tranvía. Y es que la obra de Frida Kahlo no puede entenderse sin atender a las avenencias y desavenencias de su vida diaria.
Nació en Coyoacán en 1906 y se consagró así misma como la hija de la revolución mexicana de 1910 a 1917. Se creó toda una leyenda en torno a su vida y su persona, convirtiéndose en un icono de la cultura mexicana del siglo XX y seguidora incansable del movimiento feminista, trascendiendo fronteras e influyendo en todo el mundo como imagen artística y cultural.
Su obra está completamente influenciada por las vicisitudes de su vida, sobre todo de ese accidente que sufrió en 1913. Supo plasmar el espíritu de su tiempo, reinterpretando las raíces de la cultura, la tradición y la sociedad de su pueblo con un estilo único que va experimentando con todos los movimientos vanguardistas que pasan por México hasta alcanzar su culmen en el que posteriormente se ha llamado como realismo mágico.