La revuelta de Simón Bar Kokhba contra el Imperio Romano en 132 d.C., es la última de tres importantes revueltas judías en la época, aunque ésta última de Simón Bar Kokhba ha dejado a la posteridad, una serie de túneles encontrados bajo Galilea que los arqueólogos estudian hoy.
Los estudios revelan que los túneles formaron parte de una cisterna antigua del Segundo Templo, conectando con ocho cámaras y una Mikve.
Varios objetos como platos rotos de vidrio o arcilla se hallaron también, aunque el descubrimiento de un anillo con una piedra preciosa, es uno de los más impresionantes.
Se piensa que debieron los rebeldes judíos utilizar estos túneles ya que comunican con varias granjas del lugar, aunque para determinar su papel real en la revuelta, se necesitan mayores estudios.