Investigaciones en un antiguo depósito de inicios del siglo XX, han dado con dos estatuillas hechas de bronce del dios Osiris, en un lugar que pudo pertenecer a la familia polaca Kleniewski, quienes habitaron el lujoso palacio de Kluczkowice, hasta que se perpetró la invasión alemana de Polonia en la Segunda Guerra Mundial.
Se conjetura que los hallazgos fueron parte de la colección familiar, quienes debieron enterrar varios de sus objetos valiosos, al percibir como avanzaban los nazis en el territorio, corriendo el riesgo de perder sus propiedades.
Las dudas de cómo llegaron estas estatuillas allí, no han sido dilucidadas, por ahora se sabe que María Kleniewska, viajó en 1904 a Egipto pudiendo hacerse con ambas figuras y llevándolas consigo al territorio polaco.
Por su parte, los investigadores dieron con una tercera figura que representa al dios Baco, datándose al siglo I d.C.
Un trípode del siglo XVIII similar a uno encontrado en el Monte Vesubio fue otro de los descubrimientos, junto a una espada ceremonial del siglo XVII, con elegantes adornos que formaba parte de los objetos valiosos en las cortes europeas.
Los objetos encontrados seguirán siendo analizados, para luego ser transferidos al Museo Nacional de Lublin, donde serán exhibidos al público.