Un grupo de paleontólogos que trabajaban en las cuevas de Wellington en Nueva Gales del Sur, han descubierto varios restos fósiles de eslizones de gran tamaño, que llegan a pesar mil veces más que la especie moderna de este lagarto.
El Tiliqua fragens poseía una armadura puntiaguda con un cuerpo voluminoso que pesaba hasta 2,3 kilos, a diferencia de los eslizones modernos que solo pesan 200 gramos.
Aparte de su cuerpo blindado contra los depredadores sus dientes son llamativos, ya que gracias a su forma los investigadores han conjeturado que se alimentaban de plantas, frutas o alimentos duro como nueces.
Este pesado lagarto prehistórico habitó la zona de Australia durante el Pleistoceno, extinguiéndose aproximadamente hace 50 mil años.