Historia del hombre lobo: origen, leyendas y mitos de licántropos

Más leídos

Isra Poudereux
Apasionado de la historia, amante del teatro, el cine y la música. Naturalista y creador de contenido para la divulgación ambiental. Estudio periodismo cuando la pandemia me lo permite, mientras tanto leo y releo multitud de libros.

Orígenes y apariencia del hombre lobo

Conocido comúnmente como hombre lobo, es un humano con la capacidad de cambiar de forma a un lobo.

La causa de este fenómeno es debido a una maldición o a una aflicción y las transformaciones ocurren en las noches de luna llena.

Los hombres lobo son descritos de diferentes formas, la transformación puede ser permanente o temporal, provocada por la luna llena, una maldición, la mordedura de otro hombre lobo o de nacimiento. La transformación puede ocurrir de forma aleatoria o controlada por el hombre lobo.

En su forma humana, el hombre lobo podía tener rasgos físicos reveladores como la unión de ambas cejas en el puente de la nariz, uñas curvas, orejas bajas y un paso oscilante.

Un método para identificar a un hombre lobo en su forma humana era cortar la carne y se vería pelo debajo de la piel dentro de la herida.

En su forma animal, el hombre lobo varia de una cultura a otra, aunque lo mas descrito es la similitud con un lobo común pero sin cola, con un tamaño mayor y con ojos y voz humanos.

Historia de los «hombres lobo» o licántropos

El origen del hombre lobo se remonta a la mitología protoindoeuropea, donde la licantropía se reconstruye como un aspecto de la iniciación de la clase guerrera según el paganismo germánico en la Edad del Hierro de Europa.

Hombres Lobo en la Época Clásica

En la antigüedad clásica, los hombres lobos se encuentra en la literatura y mitología griega.

Heródoto escribió acerca de los Neuri, una tribu que vivía a noreste de Escitia y se transformaban en lobos una vez al año durante varios días y luego volvían a su forma humana.

historia hombres lobo origen
Hombre lobo. Crédito: Wikipedia / Dominio Público

En el siglo II a.C., el geógrafo griego Pausanias relató la historia del rey Licaón de Arcadia, que se transformó en lobo porque había sacrificado un niño en el altar de Zeus.

En la versión del mito contada por Ovidio en las Metamorfosis, cuando Zeus visita a Licaón disfrazado de hombre común, Licaón quiere probar si realmente es un dios, Licaón mata a un rehén molosoide y le sirve sus entrañas a Zeus, este, disgustado, convierte a Licaón en un lobo.

Pausanias también cuenta la historia de un hombre arcadio llamado Damarco de Parrasia, que se convirtió en lobo después de probar las entrañas de un niño humano sacrificado a Zeus.

Fue restaurado a su forma humana 10 años después y se convirtió en campeón olímpico.

Según Pausanias, si los hombres lobo se abstienen de probar la carne humana mientras están convertidos, serán restaurados a su forma humana nueve años después, si no es así, vivirán como lobos para siempre.

Plinio el Viejo citando a Euanthes, menciona que, en Arcadia, una vez al año, un hombre era elegido por sorteo del clan Anthus.

El hombre elegido fue escoltado a un pantano de la zona donde colgó su ropa en un roble, nado a través del pantano y se transformó en un lobo, uniéndose a una manada durante nueve años.

El hombre se abstuvo de probar la carne humana y regresó al mismo pantano, cruzó de regreso y recuperó su forma humana con nueve años añadidos a su apariencia.

Virgilio, en su obra poética Églogas, escribió sobre un hombre llamado Moreis, que uso hierbas y venenos recogidos en Ponto para convertirse en lobo.

En el Satiricón escrito por Gayo Petronio Árbitro, uno de los personajes, Niceros, cuenta una historia en un banquete sobre un amigo que se convirtió en lobo.

Agustín de Hipona escribe que debido a ciertos hechizos de brujas los hombres pueden convertirse en lobos.

Hombre lobo. Crédito: Wikipedia / Dominio Público

Hombres lobo en la Edad Media

Existen evidencias de una creencia generalizada en los hombres lobo en la Europa Medieval. Los hombres lobo se mencionan en los códigos de leyes medievales del rey Cnut, donde se hace una mención a los hombres lobo devoradores de personas.

Liutprando de Cremona informa sobre un rumor de que Bajan, hijo de Simeón I de Bulgaria, podría usar magia para convertirse en lobo.

Las obras de Agustín de Hipona tuvieron una gran influencia en el desarrollo del cristianismo occidental y fueron muy leídas por los eclesiásticos de la época medieval que a su vez escribieron ocasionalmente sobre los hombres lobo en su obras.

Gaervasio de Tilbury da por sentado en sus obras que la transformación de humanos en lobos es algo común incluso la de mujeres en gatos y serpientes.

En Inglaterra, afirma que las transformaciones en lobos son muy comunes.

Conrado de Hirsau, prohibió la lectura de las historias en las que una persona se transforma en otra criatura siguiendo el argumento de Agustín de Hipona de que nadie más que Dios puede realizar una transformación física.

En el 1200, el Poema Bisclavret de Marie de France se relata que un Barón de Bretaña  se transformaba en loco cada semana.

Cuando su traicionera esposa le robó la ropa que necesitaba para restaurar su forma humana, el barón se quedo convertido en lobo durante mucho tiempo hasta que el rey, de cacería lo acorraló.

El barón suplicó al rey y éste, maravillado con la conducta del lobo, lo llevó a su palacio. Allí, el barón convertido en lobo se encontró con su esposa y la atacó.

El rey asombrado por este hecho, interrogó a la esposa y descubrió la verdad, devolvió la ropa robada al barón y éste volvió a su forma humana.

Licantropía. Crédito: Wikipedia / Dominio Público

La palabra alemana werwolf fue registrada por Burchard von Worms en el siglo XI, pero no se encuentra en el folclore alemán medieval.

Las creencias y practicas asociadas a los hombres lobo fueron reprimidas con éxito en Alemania después de la cristianización.

Las tradiciones paganas germánicas asociadas a los hombres lobo persistieron durante más tiempo en la era vikinga escandinava. En la saga Völsunga, se menciona que Harald I de Noruega tenia una fuerza militar de Úlfhednar, guerreros parecidos a los Berseker pero que vestían pieles de lobo, muy parecido a las leyendas de hombres lobo.

Las tradiciones escandinavas de la era vikinga podrían haberse extendido hasta la Rus de Kiev donde se relata en la Campaña de El Cuento de Igor que el príncipe bielorruso Vseslav de Polotsk del siglo Xi era un hombre lobo capaz de moverse a velocidades sobrehumanas.

Hombres lobo en la Edad Moderna

En el siglo XV, la licantropía fue una acusación común en los juicios de brujas.

A finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, se registró una especial atención a la licantropía como parte de las cazas de brujas europeas.

Se escribieron varios tratados sobre hombres lobo en Francia durante 1595 y 1615. Se avistaron hombres lobo en 1598 en Anjou y un hombre lobo adolescente fue condenado a cadena perpetua en Burdeos en 1603.

Gévaudan. Crédito: Wikipedia / Dominio Público

Después de 1650, la creencia en la licantropía había desaparecido en su mayoría de Francia y se atribuyeron los informes de licantropía a un trastorno del cerebro, aunque continuaron informes continuos de extraordinarias bestias parecidas a lobos.  

Uno de estos informes se refería a la Bestia de Gévaudan, que aterrorizó el área general de la antigua provincia de Gévaudan en el centro sur de Francia entre los años 1764 y 1767, y mató a más de 80 hombres, mujeres y niños.

El Sacro Imperio Romano Germánico mostro especial interés en los hombres lobo a partir de 1650. Se imprimieron 9 obras sobre los hombres lobo entre 1649 y 1679.

Licántropos en la Época Contemporánea

En los Alpes austriacos y Bávaros, la creencia en los hombres lobo persistió hasta bien entrado el siglo XVIII. 

En 1853, al norte de España en Galicia, Manuel Blanco Romasanta fue juzgado y condenado como autor de varios asesinatos, pero se afirmo no ser culpable por su condición de lobishome, hombre lobo.

Hasta el siglo XX, los ataques de los lobos a los humanos eran una característica ocasional, pero muy extendida en la vida europea.

Algunos estudiosos han sugerido que era inevitable que los lobos, siendo los depredadores más temidos de Europa, fueran proyectados en el folclore de criaturas cambiaformas.

En las zonas del mundo donde no hay lobos, el nicho de las transformaciones en criaturas lo ocupan otros depredadores locales como los hombres hiena en África, los hombres tigre en la India, o los hombres puma y los hombres jaguar en el sur de América.

Remedios para eliminar la licantropía

Han existido varios métodos para eliminar la licantropía. En la antigüedad, los griegos y romanos creían que agotando físicamente a las personas se podía curar la licantropía.

Esta práctica surgió a raíz de que muchos presuntos hombres lobo se sentían débiles y debilitados después de la transformación.

En la Europa medieval hay 3 métodos que se pueden utilizar para curar a una víctima de la licantropía. Uno de ellos era por medio de la medicina, elaborada principalmente con acónito. Otro era realizando una intervención quirúrgica y la última opción, realizando un exorcismo.

En la cultura árabe se cree que un hombre lobo puede curarse golpeándolo en la frente o el cuero cabelludo con un cuchillo.

Otra creencia de la misma cultura sostiene que perforar las manos del hombre lobo con uñas, cura la licantropía.

En las tierras bajas alemanas un hombre lobo podría curarse si el hombre lobo se digería a el mismo tres veces.

- Advertisement -

Más artículos

1 comentario

Deja una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

- Advertisement -

Últimos artículos