Las excavaciones bajo el castillo Zerzevan en Turquía, han dado con grandes estructuras subterráneas que podían albergar a miles de personas, encontrándose a su vez numerosos vestigios de civilizaciones antiguas.
Entre los descubrimientos desenterrados se cuentan: murallas de fortificación para la ciudad, un sello de la época asiria, un altar en roca, una pila bautismal romana, una iglesia y un canal de agua con varios kilómetros de extensión.
Se estipula que en tiempos de paz el castillo podía albergar unas 1.500 personas, pero cuando hubo conflictos bélicos esta cifra aumentó fácilmente a diez mil personas.
Debido a este aumento en la población se comenzaron a construir edificios y complejos residenciales subterráneos, por ahora los arqueólogos han desenterrado seis complejos de este tipo junto a varios edificios administrativos.