En Yangzhou, China, se descubrió el domingo una tumba perteneciente al famoso emperador Yang Guang de la dinastía Sui, considerado un déspota en la historia del país.
Los historiadores chinos consideran que la tiranía del emperador fue la causa por la que la dinastía Sui llegó a su fin. Pero, también es cierto que realizó importantes construcciones como la del Gran Canal o la reconstrucción de la Gran Muralla.
Se piensa que la tumba pertenece a Yang debido a una inscripción en la lápida en la que se le nombra. La tumba no es tan lujosa como la de otros emperadores, quizás debido a su repentina muerte, de solo 4,98 metros de largo y casi seis metros de ancho.
También se cree que la tumba ha podido ser profanada y el techo se encuentra débil debido a que se han realizado construcciones encima de ella. A pesar de su profanación, se han encontrado cuatro artículos valiosos y que pueden ser característicos de la familia real, entre los que se encuentran la figura de un león y un cinturón de jade decorados con oro.
Los arqueólogos hallaron otra tumba cercana que podría pertenecer a la reina Yang.
El descubrimiento ha demostrado que otro mausoleo, a seis metros y que se pensaba que era el lugar donde fue enterrado Yang, se trata de una falsificación la cual ha servido de atracción turística durante muchos años. Este mausoleo ocupa una superficie de 30.000 metros y cuenta con arcos conmemorativos, puertas y paredes.
China Daily
