La cultura Paracas fue una importante civilización Precolombina del Antiguo Perú, cuyo descubrimiento fue el padre de la arqueología peruana Julio César Tello en 1925.
Surgió a finales del periodo llamado formativo superior, horizonte temprano, entre los años 700 a.C y 200 d.C.
Ubicación geográfica de los Paracas
Los Paracas habitaron el área sur de la costa peruana, que abarca desde el valle de Chincha, a 200 km al sur de Lima, hasta llegar a los valles de Acari y Yauca (departamento de Arequipa).
Fue una sociedad clasista y teocrática, influenciada por la cultura Chavín, donde la figura predominante era el sacerdote, quien se encontraba al servicio del dios Kon (el creador del mundo, deidad de la lluvia y el viento, conocido también como el dios oculado).
El arte Paracas
Realizaron obras hidráulicas, como canales de riego para aprovechar el agua de los ríos, con el fin de fortalecer la economía a través de la agricultura. Tenían una concepción tripartita del universo integrada por tres instancias: tierra, aire y agua, de allí a que sus creencias eran de tipo totémico, representados en su arte.
Los paracas tuvieron dos etapas: paracas Cavernas teniendo influencias de la Cultura Chavín, cuya capital fue la ciudad de Tajahuana; y Paracas Necrópolis, que marca una independencia de esta cultura tomando características propias, cuya capital fue la ciudad de Topara.
Las manifestaciones culturales más relevantes que tuvo la cultura Paracas fueron la arquitectura, cerámica, textilería y medicina. Estas manifestaciones tuvieron influencia y repercusión en las culturas venideras como la cultura Nasca.
Arquitectura de Paracas
Las evidencias arqueológicas mas importantes de la cultura Paracas, muestran la existencia de una sociedad que logró con éxito corregir las dificultades propias de la región.
Supieron generar una impresionante arquitectura a través de notables complejos piramidales, extensos asentamientos rurales que permitieron la realización de obras de irrigación y sistemas de campos de cultivo.
Esta arquitectura era caracterizada por presentar una organización cuya orientación longitudinal recurrente era de este a oeste, incorporada al propio trazo de cada una de ellas.
Se componen de una serie de recintos de plantas rectangulares con plataformas escalonadas, las cuales contienen vestigios de patios hundidos, realizadas con terrones y adobes pequeños moldeados a mano.
Arquitectura funeraria de Paracas
Dentro de la Arquitectura Paracas, es muy importante mencionar la arquitectura funeraria de Paracas.
Cada etapa (Cavernas y Necrópolis) tienen características bien definidas. En el periodo de las cavernas, la cultura funeraria estuvo fuertemente influenciada por la cultura Chavín del norte del Perú, esta arquitectura tiene un componente subterráneo; se erige hacia las profundidades del desierto de Nasca.
Así, las tumbas Paracas de este periodo fueron excavadas sobre las rocas hacia las profundidades, manteniendo una estructura de “copa invertida” o “botella de cuello alto», cuya cuenca alcanza unos 6-8 metros aproximadamente y en el fondo de la misma asentaban a sus momias para el descanso eterno.
A diferencia de la etapa anterior, la Paracas Necrópolis debe su nombre al hecho de que es un gran cementerio de momias que simulan “una ciudad de muertos”, pues eran cámaras subterráneas de entierro de forma rectangular más sofisticada y de poca profundidad, con una capacidad muy amplia para albergar cerca de 420 momias envueltas en fardos (bulto formado por múltiples piezas textiles).
Cerámica
En el periodo Cavernas encontramos abundantes productos cerámicos, eran de formas globulares, de doble pico corto (uno de ellos sustituido por una cabeza zoomorfa o antropomorfa) con asa puente, dibujos de felinos de la cultura Chavín, con líneas incisas en crudo, que luego cocían y pintaban (post-cocción) con pigmentos minerales y vegetales, eran policromas (verde, azul, amarillo, ocre, blanco).
Por el contrario, en el periodo Necrópolis la cerámica era escasa, de formas sencillas, menos elaboradas con paredes más gruesas que en el periodo anterior. Una de las características de esta cerámica es que la mayoría de las vasijas tienen un cuerpo ovoide (acalabazada) dos picos tubulares unidos por un asa puente, con motivos naturales y muy realistas, que pintaban (precocción), eran monocromas (marrón, rojizo, crema o blanco)
Textilería
La textilería es uno de los productos más destacados de la cultura Paracas, y es considerada como uno de los más finos y sofisticados del mundo por su diseño, calidad de las fibras, pigmentos y habilidad de las técnicas empleada.
Materia prima
La materia prima que utilizaron para la producción de los textiles era el algodón (de castaño claro y blanco) y lana de camélidos (fibra de alpaca o llama). Esta materia prima era limpiada antes de ser usada para luego aplicar las diferentes técnicas de tejido por medio del uso del telar como hilado, tejido, tapicería, brocado, bordado. Usaban también plumas, oro, plata y hasta cabellos para los adornos y los flecos.
Colores
El color en una característica destacada de los textiles peruanos. Son tonalidades delicadas y armoniosas, de las cuales se han contado 7 colores con los que lograron 190 gradaciones de color.
Los tintes se obtenían de productos animales, vegetales y minerales y se aplicaban tanto en las fibras limpias, antes del hilado como a las maderas ya hiladas y a los paños sacados de las telas.
Iconografía
En cuanto a las representaciones iconográficas en la textilería Paracas, podemos encontrar seres míticos sosteniendo báculos o las llamadas cabezas trofeo, donde una figura se repite constantemente, el denominado ser oculado: representado en cuerpo entero (cubierto de símbolos) o solo su cabeza, ojos desorbitados, boca felina.
En menor medida, hay motivos naturalistas de elementos de la flora y fauna propias de su región, usando estilos geométricos simples para hacer formas más complejas.
Los mantos son considerados los mejores de América por su diseño y confección. En su mayoría, consistían de viarias franjas idénticas que se unían para completar el ancho deseado, llegando incluso algunos a medir dos metros de largo, por más de un metro de ancho aproximadamente.
Utilidad de las telas
La utilidad práctica de las telas radica en su significado social especialmente como vestuario y abrigos: aparejos, vestidos, cobijas, colgaduras, camisas, faldas, turbantes extravagantemente adornados.
Pero también eran usados para envolver el cuerpo de los muertos en múltiples capas, formando así los llamados fardos funerarios.
Medicina y Cirugía
Las trepanaciones craneales eran propias de la cultura Paracas. Éstas, eran operaciones quirúrgicas en las que empleaban la coca y la chicha de jora. Por ejemplo, como anestésicos con el fin de contrarrestar el dolor y evitar infecciones.
Utilizaban como instrumento el cuchillo de obsidiana, bisturís, tumis o cuchillos con filos de media luna para la operación, todo ello con la finalidad de curar fracturas, infecciones y tumores.
También se realizaban deformaciones en los cráneos de los nobles Paracas para ser diferenciados de la población común, esta práctica se realizaba en la elite desde muy temprana edad, con la ayuda de tablillas y aparatos especiales para logar el efecto.