La interacción entre India y Europa se remonta mucho antes del establecimiento de Imperio mogol, en 1526, en el subcontinente indio.
El Imperio mogol era el más grande del mundo en ese momento, extendiéndose por toda India y Afganistán y estaba gobernado por una dinastía musulmana de Asia Central.
También era la potencia económica más grande del mundo y por ello, los europeos se sintieron atraídos por la India para el comercio de textiles y especias.
Las Compañías de Indias
Debemos tener en cuenta que, incluso antes de la llegada de los mogoles a la India, los portugueses ya habían establecido sus puestos comerciales de especias, colocando su capital en Goa desde el año 1510.
La presencia portuguesa, conocida como el Estado da India, sería efectivamente el principal negocio para el comercio europeo durante 200 años.
En el año 1600 se fundaría la East India Company, la Compañía Británica de las Indias Orientales, que también inicialmente se dedicada al comercio de especias, expandiendo después su negocio a algodón, la seda, el añil, la pólvora, el té e incluso opio.
Los holandeses también formaron su Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales (Verenigde Oost-Indische Compagnie, abreviada como VOC) en 1602.
Por su parte, los daneses fundaron los suyos en 1620 y los franceses establecieron su colonia comercial en 1668, después de haber formado la Compagnie des Indes orientales en 1664.
El objetivo principal de todas estas empresas era el comercio, cuya feroz competencia provocaría conflictos tanto entre los diversos partidos europeos como con los indios, conflictos que, posteriormente, se convertirían en guerras.
La caída del Imperio mogol
Cuando el poder del Imperio mogol empezó a decrecer en los siglos XVIII y XIX, estos puestos comerciales europeos aprovecharon la oportunidad para ampliar sus intereses, convirtiéndolos en colonias muy apetecibles.
Tras el dominio inicial de los portugueses, la Compañía Británica de las Indias Orientales florecería hasta tal punto que su negocio finalmente representó la mitad del comercio mundial.
En el año 1858 los británicos establecieron su Raj, o gobierno bajo la corona inglesa, el cual finalizaría solo cuando solo cuando la India se independizó en 1947.
El intercambio entre Oriente y Occidente
Las influencias y las mercancías también fluyeron en sentido contrario. El oro y la plata de Europa se intercambiaron por diamantes, especias y textiles de la India.
El oro también podía extraerse en la India, pero tuvo una demanda local que excedió el suministro y este metal precioso tuvo que ser importado.
En los siglos XVI y XVII (época a la que pertenecen estas dos piezas de joyería que vemos en las imágenes superiores) en Europa se estaban haciendo joyas muy complejas que destacaban sobre todo por los trabajos de esmaltes que se realizaban.
Un gran ejemplo de esto son los dibujos que están recogidos en los inventarios de Ana de Baviera, joyas que se caracterizaban, por ser piezas muy abigarradas con gran profusión en el uso de material gemológico y, por supuesto, destacan sus trasera por su maravilloso trabajo de esmaltes de gran colorido.
Piezas que, por supuesto, llegaría a las cortes de Mogolas a través de los gobernantes como regalos diplomáticos.
Las piezas de joyería
Estas dos piezas que presento son el reflejo de ese trasvase cultural mantenido entre la India y Europa durante este periodo, y la joyería es un claro ejemplo de ello, por ser objetos de gran valor fácil de intercambiar y con una minuciosidad exaltada en cuanto a la elaboración se refiere.
Primera pieza

En la parte superior vemos un colgante, un adorno para el cuello o el pecho, que perteneció a la colección Althani, que fue formada mediante la adquisición de piezas de joyería desde el imperio mogol hasta nuestro día por el jeque Sheikh Hamad bin Abdullah Al Thani, emir de Qatar.
El colgante objeto de nuestro estudio y cuyo origen es India, esta datado entre 1575-1625, donde a partir de una perla berrueca ( perla que no se hace en el centro de la ostra, sino del borde, por esta razón presenta esta de formación), se va componiendo el cuerpo de un Tritón, que posiblemente hace referencia ha una deidad india.
La cara y las articulaciones de este tritón se hacen en oro incrustando pequeñas esmeralda, rubíes y zafiros, en una técnica de colocación de piedras preciosas llamada kundan, propia de los artesanos indios.
Segunda pieza

En la otra imagen vemos representada la misma idea de pieza para adorno de cuello o pecho, gestándose su cuerpo a partir de la misma perla berrueca, pero las articulaciones y parte de los adornos del sombrero se hacen mediante festones de rubíes y esmeraldas.
Su parte trasera, sabemos por las diferentes fuentes de la época, debía estar decorada con una maravillosa paleta de color a través del esmalte.
Con estas dos piezas quiero hacer ver el trasvase cultural entre Oriente y Occidente, pero con una gran preservación de su carácter propio.
Imagen 1:
©Christie’s Images Ltd 2019
Colgante
India 1575-1625
Perla, oro rubís zafiros, esmeraldas.
6.6×5.2x3cm
Imagen 2:
@Palacio Pitti Florencia, Tesoro de los Gran duques
Colgante con tritón
Flemish goldsmith
1580 – 1590
Oro, esmalte de colores, rubís, perlas diamantes esmeraldas y granates
80×54 mm