La escritura es, probablemente, el invento creado por el ser humano que ha tenido más trascendencia de la historia. Gracias a ella, los conocimientos que nuestros antepasados fueron adquiriendo se han transmitido hasta nuestros días.
¿Qué es la escritura?
Y, ¿qué es la escritura? No es, ni mas ni menos, que un código de símbolos que transmiten un mensaje con sentido, que es descifrado por otras personas posteriormente.
A raíz de la creación de la escritura, han ido surgiendo y desarrollándose todas las ciencias.
Podemos poner el punto de partida de la escritura en la denominada mnemotécnica. Era un sistema primitivo de anotaciones con objetos para transmitir un mensaje a los compañeros de sus tribus, que ellos interpretabas perfectamente.
Ejemplos de esta técnica los encontramos en los quipu de los incas.
Eran cordeles con nudos que les ayudaban a llevar las cuentas o a recordar fechas importantes.
Los indios iroqueses se avisaban unos a otros de los peligros que les acechaban a través del empleo de cinturones de piel que bordaban con cuentas de diferentes colores según lo que querían comunicar a los demás.
Antecedentes de la escritura
La escritura propiamente dicha ha sufrido una evolución de milenios, que se puede dividir en tres etapas fundamentales.
Primero la forma de comunicar por escrito era sencilla: se dibujaba el objeto del que se quería decir algo, de forma que quien lo vea interprete inmediatamente el valor del mensaje.
Es la pictografía, que no resultó del todo eficaz, ya que resultaban necesarios tantos signos como objetos había, y la imposibilidad de comunicar algo abstracto que no se pudiera dibujar.
Una segunda fase de la escritura fue la ideografía, que cogía las pictografías ya creadas y las transformaba en símbolos que pudieran expresar ideas abstractas. Esto fue surgiendo de forma natural por necesidad.
Finalmente llegó la escritura fonética, donde se desvinculan totalmente los signos del objeto, y pasan a representar a los sonidos que se emplean para referirse a él. Hemos llegado al sistema de escritura actual.
Características de la escritura
Para que un mensaje sea completo, tanto el que lo escribe como el que lo recibe lo tienen que entender. Para ello, el lector realiza una función de descifrado.
A lo largo de la historia se han ido descifrando poco a poco los mensajes que nuestros antepasados han dejado para la posteridad, tanto en piedras, como en papiros o papel.
En ocasiones esta labor no ha sido fácil. Los jeroglíficos egipcios no pudieron resolverse hasta 1799, cuando en la ciudad egipcia de Rosetta encontraron la famosa Piedra de Rosetta, una estela del año 196 antes de Cristo, que contenía un decreto de Ptolomeo V escrito en griego, demótico y jeroglífico, que fue fundamental para comprender el significado de los indescifrables jeroglíficos egipcios.
Fue Champollion, un arqueólogo francés, quien llevó a cabo las transcripciones.
El desarrollo de la escritura es paralelo al de la sociedad humana. Un sistema codificado de signos que sea comprendido por un conjunto de personas de una comunidad, es lo mínimo imprescindible para que exista la escritura como tal.
El origen de la escritura
Esta actividad comenzó en Oriente Medio, en Mesopotamia, hace aproximadamente unos 5 mil años.
La escritura surgió gracias a un cambio en las formas de vida de las civilizaciones.
Tras el descubrimiento de la agricultura, el hombre dejó de vagar de un sitio a otro y se asentó en un territorio que necesitaba organizar.
Mediante contratos de propiedad que plasmaban con una grafía sencilla comenzaron a ordenar los terrenos de forma duradera.
La sociedad estaba creciendo y la escritura evolucionó con ella. Los acontecimientos importantes y las cuentas en general debían escribirse de alguna manera para poder legarlo a los demás.
Los sumerios construían sus hogares con ladrillos de arcilla cocida al sol. La escritura ya precisaba de un soporte que fuera fácilmente grabable, portátil y que se archive cómodamente.
Resultó que el material que utilizaban para las paredes de sus casas era perfecto para escribir cuando todavía estaba húmedo. Se elaboraron tablillas planas y rectangulares con un tamaño adecuado.
Podemos decir que las tablillas sumerias fueron las progenitoras de nuestro actual papel: el primer papel de la historia utilizado para escribir.
Los sumerios emplearon este sistema durante 25 siglos. A ellos les siguieron el pueblo babilonio, los asirios, los eblaítas, y poco a poco la tradición se fue extendiendo.
Los primeros restos de “texto” escrito que conocemos corresponden a las tablillas de Uruk, halladas en un templo sumerio que contiene inscripciones llevadas a cabo por los sacerdotes para la contabilidad de sacos de cereales y cabezas de ganado.
Estos textos, al ser grabados en tablillas de arcilla, no permitían una grafía muy elaborada, sino signos en forma de cuña.
De ahí que se le haya denominado escritura cuneiforme, que se realizaba con cálamo, el predecesor de las plumas de tintero. Poseía ya cierto grado de abstracción.
Los sumerios empleaban unos 2.000 símbolos que representaban objetos y acciones.
El Arte Rupestre: predecesor de la escritura
Pero no podemos dejar de mencionar los dibujos plasmados en el interior de las cuevas por nuestros antepasados más primitivos.
Pintaban con colores naturales y como herramienta utilizaban sus propias manos. Muchos de ellos nos son reconocibles, como los de animales o personas.
Otros, muy abstractos, como rayas, puntos y signos varios, no tienen significado para nosotros, pero está claro que para ellos transmitía una información.
La creación de un sistema monográfico
A comienzos del III milenio a.C., los acadios ocuparon las tierras de Mesopotamia donde antes vivían los sumerios.
Durante un milenio dominaron estos territorios y su lengua pasó a ser la más importante de la región.
Fueron los acadios los que dieron un importante paso para la historia de la escritura: la creación de un sistema monográfico de escritura. Cada signo representaría un sonido de su lenguaje.
Llegaron desde las regiones desérticas de la península arábiga y del terreno que ocupa la actual Siria. Los sumerios y los acadios, no lejanos geográficamente, habían desarrollado culturas totalmente diferentes.
Así, los acadios pudieron crear un modo de escritura para entender y comunicarse con los sumerios, convirtiendo cada sonido en un grafo.