Dos cráneos de los siglos XIII y XIV han sido descubiertos en un cementerio de Soria, en el centro-norte de España. Lo curioso de este hallazgo es que cada cráneo tiene un agujero fruto de la trepanación, el procedimiento quirúrgico más antiguo que se conoce. Esta técnica consiste en la extirpación de un pedazo de cráneo mediante el raspado o el corte con una herramienta afilada y se ha practicado al menos desde el Neolítico, es decir hace 10.000 años.
Esto era común en la prehistoria y en la antigua Europa, pero no hay pruebas de ello en Edad Media, probablemente debido a un rechazo filosófico de la cirugía en detrimento de la “medicina pura”, como las sanguijuelas, que chupaban el humor malo de las personas a través de su sangre. En algunos lugares de Europa como Hungría, esta práctica desapareció casi por completo de los registros históricos tras la aparición del cristianismo.
De esta forma, los investigadores de las Universidades de Oviedo y León se sorprendieron mucho cuando encontraron estos dos cráneos medievales trepanados en el cementerio de la Ermita de San Miguel. Pero quedaron aún más sorprendidos cuando descubrieron que uno de los cráneos pertenecía a una mujer, ya que la trepanación se hacía normalmente con hombres.
Los dos cráneos encontrados en el cementerio de Soria pertenecen a un varón de entre 50 y 55 años y una mujer de entre 45 y 50 años. El experto señala que “otro aspecto interesante de este hallazgo es que la trepanación en las mujeres es considerada rara en todos los períodos de la historia. En España, sólo el 10% de los cráneos trepanados encontrados pertenecían a alguna mujer”.
La técnica de la trepanación es diferente en cada uno de los cráneos. El cráneo del varón fue surcado con un objeto punzante y se desconoce si la trepanación se produjo antes o después de su muerte. López Martínez afirma que “si el procedimiento se llevó a cabo estando vivo, no hay ningún signo de regeneración, lo que indica que no sobrevivió”. Sin embargo, en la mujer se utilizó una técnica de raspado mientras aún vivía y según los investigadores, sobrevivió durante un período largo de tiempo ya que la cicatrización de la herida está muy avanzada.
La trepanación se realizaba para curar fracturas de cráneo mediante la eliminación de la sección fragmentada. Hoy en día se sigue utilizando para curar zonas del hueso y aliviar el hematoma subdural.