En la necrópolis de la ciudad de Abusir a medio camino entre Giza y Saqqara, un equipo arqueológico checo descubrió la tumba de un importante escriba egipcio, la cual estaba llena de numerosos hechizos, dioses, diosas y textos mágicos, que llamó la atención de los investigadores.
El área en cuestión fue una necrópolis reservada para altos funcionarios y líderes militares, durante las dinastías 26 y 27, lo que revela la importancia del hombre que yace en la tumba.
Se conoce que el escriba se llamó “Djehutyemhat”, y murió a una edad cercana a los 25 años, ya que este importante escriba de la corte faraónica, padeció varios problemas de salud como la osteoporosis, y un gran deterioro en su columna motivado por su actividad.
La tumba estaba llena de obras de arte donde se representaron dioses y diosas, pero lo que más llamó la atención fue una pared, donde se encontraron hechizos para protegerse de la mordedura de serpientes, además de representarse varias serpientes venenosas.
Durante el período que vivió el escriba, las picaduras de serpientes eran uno de los mayores problemas de la población, aunque en esta tumba, las serpientes también son protectoras del difunto.