Bajo el suelo del castillo de Wawel un grupo de arqueólogos realizó un descubrimiento inusual, de un anillo de oro decorado con dos caras, con una datación aproximada entre los siglos XI y XII, en un período que los anillos hallados hasta ahora no tenían ninguna decoración.
La representación parecer ser la del dios Jano y pudo haber pertenecido a un miembro de la élite, quizás de la dinastía de los primeros reyes de Polonia debido al lugar en que se encontró.
El hallazgo se produjo en el castillo Wawel, específicamente en el sótano de la Torre Danesa colocado sobre una muralla defensiva. Dicha torre fue construida por el rey Ladislao II y era residencia de nobles, reyes y la familia Real.
En la época medieval no se acostumbró adornar los anillos, además de que el dios Jano no posee equivalentes en el mundo cristiano, hacen de este anillo de dos caras un hallazgo inusual e importante, de la arqueología polaca.