Excavaciones cercanas a las laderas de la antigua Pompeya, dieron con un descubrimiento inquietante, que se trata de una panadería – prisión donde los esclavos estaban confinados para producir pan.
El lugar se trata de una habitación con una pequeña ventana que posee barrotes de hierro, por donde apenas pasaba un halo de luz.
En esa habitación habitaban hombres, mujeres y animales, que estaban destinados a la molienda de trigo para elaborar el pan.
Los animales utilizados eran burros los cuales andaban vendados, y debían movilizarse en círculos todo el día, ya que era el animal quien movía la piedra del molino.
La panadería – prisión descubierta en Pompeya recientemente, da cuenta de uno de los aspectos más oscuros de la civilización romana, en su trato con la servidumbre.