Hemos llegado finalmente al último punto de vista importante desde donde se puede enfocar el estudio histórico, tras hablar anteriormente del enfoque económico y del enfoque religioso.
En lo personal es el que considero conveniente, ya que es el más objetivo de los tres, además de que los abarca casi en su totalidad.
La Historia es cultura, y dentro de ella encontramos tanto a la economía de una civilización como sus creencias, lo que facilita muchísimo su estudio y su acercamiento a una objetividad necesaria.
La cultura es el punto fundamental por el cual se mantiene una civilización, cuando las personas integrantes de una comunidad poseen un sentido de pertenencia muy fuerte, debido a una gran cantidad de elementos tales como la organización, lenguaje, creencias, Modelos políticos, etc.
Esto no es una crítica a los puntos anteriores, es más que evidente que se necesitaría enfocarse en la economía por separado para comprender la complejidad que esconde una civilización en su organización política.
Pero no debemos enfocar toda su historia desde ese punto de vista, dejando todos los demás por fuera, ahí se encuentra el error.
Si logramos crear un enfoque único entre los tres tipos presentados, seguramente estaremos en condiciones de realizar un estudio objetivo, el cual nos favorecerá para obtener respuestas verídicas, las cuales siempre se necesitarán en la historia para acercarnos cada vez más a un conocimiento profundo de nuestro pasado.