Zlaty Kun es el ser humano moderno más antiguo que se ha secuenciado genéticamente, se estudió a partir del hallazgo en 1950 de un cráneo roto encontrado en las profundidades de una cueva en República Checa, a la que se le realizó una aproximación facial.
Los análisis genéticos determinaron que Zlaty Kun poseía un 3% de linaje neandertal, por lo que sus antepasados debieron mezclarse con esta especie homínida extinta.
Para desarrollar la imagen facial de Zlaty Kun, los investigadores han recurrido a tomografías computarizadas de su cráneo, que al estar partido por la mitad se creyó durante mucho tiempo que eran los restos de dos personas.
En el cráneo se observa que faltan fragmentos perdidos, sobre todo, una parte del lado izquierdo de la cara, sin embargo para palear estos obstáculos se utilizaron muestras de seres humanos modernos, para finalizar la aproximación facial.
Una característica llamativa del espécimen fue el gran tamaño de su mandíbula, lo que podría hacer que se confundiera con un hombre, no obstante este aspecto facial se debe a la herencia genética neandertal, que también se aprecia en un gran tamaño de la cavidad cerebral.
Para sacar el rostro de Zlaty Kun a la luz, primero desarrollaron los detalles faciales en imágenes grises, para luego incluir la pigmentación de la piel, color en los ojos y cabello.
Los científicos han enfatizado que esta imagen es una proyección cercana a como pudo haberse visto la mujer, pero en ningún caso es una imagen precisa de su apariencia real.