Un grupo de investigadores que ha estudiado aljabas escitas, han dado con un resultado que logra probar los dichos contados por Heródoto, al encontrarse piel humana en varias aljabas escitas que utilizaban para guardar sus flechas.
Los investigadores sometieron a análisis 45 piezas distintas, extraídas de 14 lugares diferentes con el fin de conocer la procedencia del cuero utilizado.
Para ello el equipo realizó pruebas de análisis en las proteínas concluyendo que, había cuero de animales como: caballos, cabras y ovejas, sin embargo, el estudio también arrojó que había dos con piel humana.
Ambos carcaj estaban hechos de cuero animal, no obstante en su parte superior fue donde se encontraron los restos de cuero humano.
Los escitas fueron grandes guerreros a caballo, Heródoto reseñó que usaban como copas los cráneos enemigos, acostumbraban beber su sangre y con su cuero hacían toallas de mano, carcaj, cubiertas, etc.