Algunas autoridades estadounidenses sostienen que “puede que haya restos humanos mezclados con el lodo” en el océano Atlántico Norte donde se hundió el Titanic. La prueba a la que se remiten es una fotografía del 2004 mostrada al público por primera vez esta semana, con motivo del centenario del accidente del lujoso buque. La instantánea muestra un abrigo y unas botas en el lodo en el lugar del legendario hundimiento.
El director de patrimonio marítimo de la administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA), James Delgado, apunta que “estas no son botas que cayeron por error de alguna maleta justo unas al lado de las otras, sino que la forma en la que están dispuestas, demuestra que es ahí hubo un cuerpo”.
La imagen fue tomada con otras dos fotografías que también muestran pares de botas yaciendo juntas. Todas ellas fueron capturadas en el 2004 por una expedición organizada por la NOAA y en la que participó el famoso investigador del Titanic, Robert Ballard. Fueron publicadas en el libro de Ballard sobre la expedición. Delgado afirma que la foto que muestra las dos botas y el abrigo, fue cortada para mostrar solo una bota.
Como contrapunto a estas teorías, se encuentra el director de cine, James Cameron, quien ha visitado el lugar del accidente 33 veces y que afirma que ha visto “cero restos humanos” durante todas sus exploraciones del Titanic. El cineasta explica: “Hemos visto pares de zapatos que podrían sugerir que una vez hubo un cuerpo ahí. Pero nunca hemos visto restos humanos”.
Para Delgado, que era el científico jefe de la expedición que en 2010 mapeó el lugar del accidente por completo, la diferencia entre las palabras de Cameron y las suyas es una cuestión semántica. Al ver la fotografía del abrigo y de las botas, comenta que “como arqueólogo”, él diría “que eso son restos humanos”. Defiende que entre ese sedimento de lodo, “seguramente hay restos forenses de la persona que los llevó” y, al mismo tiempo, critica que las imágenes son ejemplos de que la sociedad podría hacer un “mejor trabajo protegiendo el lugar del hundimiento”.
Ha habido una larga lucha para proteger el Titanic desde que fue redescubierto por Ballard en 1985. El primer intento fue con una ley federal del congreso de Estados Unidos que intentaba crear acuerdos internacionales para convertir la zona de hundimiento en un memorial marítimo internacional. El último de ellos viene en una propuesta del senador John Kerry. El político pidió el 1 de abril legislación más estricta para proteger la zona de la “investigación intrusiva y salvaje”.
A pesar de todas las posibles medidas estatales por parte del gobierno estadounidense, el Titanic tiene un gran problema: está en aguas internacionales. Por eso, James Delgado apuesta por crear un tratado internacional entre el Reino Unido, Canadá, Francia y los Estados Unidos que proteja los restos del lujoso transatlántico de los saqueos y posibles exploraciones ilegales que puedan dañar su patrimonio.