La antigua ciudad de Anisa de la que no se tienen registros escritos en textos antiguos, pero si evidencia en pequeñas inscripciones, se ha convertido en la demostración que hace 2 mil años en Anatolia, existió una verdadera sociedad multicultural.
El estudio señala que a pesar de que el griego se utilizaba con frecuencia, ya existían vínculos de sangre con el mundo persa y se adoraban deidades como la diosa Ishtar más adorada entre los hititas.
Todo esto pudo conocerse gracias a la Tabla de Anisa, donde se dejó escrita la decisión de un concejo, además de honrar a un funcionario de alto estatus en esa ciudad.
La tabla estaba escrita en griego pero los nombres que aparecen en ella, demuestran que existía ya un vínculo con los persas.