Hace 2.800 años en una región de Turquía donde no había suministro constante de agua, el rey de Urartu, Rusa, decidió construir un lago artificial que se convirtió en una obra maestra de la ingeniería de su época, sin embargo, la gran sequía que afecta esos territorios pone en peligro la vida del lago.
El lago ubicado a 23 kilómetros del oeste de Van, fue el suministro de agua de la capital Tuspa, y un sitio que los locales utilizaban para abastecerse de agua para el riego de sus cosechas, además de un lugar de esparcimiento.
Desde el año 2021 el peligro de sequía en el lago era inminente, las autoridades buscaron resguardarlo, ya que en esta zona no existen montañas cercanas que abastezcan el lago de manera natural, y últimamente las precipitaciones han disminuido enormemente.
En un reporte reciente, los investigadores consideran que el lago podría secarse definitivamente, causando la muerte de esta majestuosa obra de la ingeniería antigua, que cuenta con más de dos milenios de historia.