Las tumbas de la Edad de Bronce donde se aprecian entierros conjuntos de adultos y niños, los cuales siempre están relacionados familiarmente, llevaron a un equipo de investigadores de las universidades de Mainz y Ferrara, a estudiar las similitudes entre las tumbas de Gran Bretaña y Luxemburgo, lo que reveló la procedencia de un linaje común.
A finales del siglo XIX se encontró la tumba de una mujer y un niño abrazados en Gran Bretaña, la cual fue estudiada luego de que en Luxemburgo se encontraron los restos de una tumba con similares características.
Se sometieron a estudios de ADN los cuatro cuerpos encontrando que provenían de un linaje común, proveniente de migrantes del centro y oriente de Europa, aproximadamente en el tercer milenio a.C.
En Luxemburgo los restos abrazados eran de una madre con su hijo, mientras que los huesos de Gran Bretaña pertenecían a una tía paterna y su sobrina, en una posición que denotaba gran amor entre ambas personas.
El nexo de los restos británicos da cuenta de una herencia patrilineal, en la que probablemente, la tía paterna asumía el rol paterno cuando el padre moría o estaba ausente. Este dato queda corroborado por los diferentes enterramientos encontrados, que denotan linajes patrilineales.