En uno de los enclaves sagrado-funerarios más afamados de Egipto, el Valle de los Reyes, cercano a la antigua ciudad de Luxor, se ha encontrado una gran necrópolis con unas 50 momias.
Entre ellas, algunas pertenecen a miembros de familias reales faraónicas, en concreto podría tratarse de los hijos de Tutmosis III y Tutmosis IV de la dinastía XVIII, que reinaron entre el 1550 y el 1292 a. C. También han aparecido restos de recién nacidos.
Como ocurre con toda prospección arqueológica de este tipo y con un descubrimiento de estas características, no son sólo los restos humanos lo que resulta más interesante para la ciencia histórica. Junto a los cadáveres se han encontrado sarcófagos de madera, máscaras funerarias y vasos canopes – aquellos que usaban para depositar y conservar los órganos internos del difunto durante el proceso de momificación.
A lo largo de la historiografía del Antiguo Egipto, estos recipientes han ayudado mucho a la identificación de las tumbas y las personas que yacen en ellas, puesto que normalmente están decorados con inscripciones con los nombres de los fallecidos. Según ha declarado el Ministro de Antigüedades, en este caso han permitido identificar el nombre de unas 30 momias, lo que ha posibilitado el reconocimiento de princesas egipcias de las que antes no se tenía constancia.
En cuanto al sitio, se localizó en el extremo noroeste del Valle de los Reyes, no muy lejos de la atractiva área turística donde se encuentra la tumba del celebérrimo Tutankhamón, y al igual que otras muchas necrópolis, fue saqueado repetidas veces en el pasado.