A medida que se aproxima el centenario de la Primera Guerra Mundial, se suceden las ceremonias y acontecimientos conmemorativos. En Bélgica, el gobierno ha querido recordarlo mediante una exposición con el nombre 14-18: Nuestra Historia. La exposición ya está en marcha y se podrá ver en el Real Museo de las Fuerzas Armadas y la Historia Militar hasta Abril de 2015.
Bélgica no jugó un papel importante en la guerra. A pesar de haberse declarado neutral, el país fue invadido por Alemania nada más comenzar el conflicto y permaneció ocupado prácticamente hasta el final del mismo. Pero eso no significa que los belgas no sufriesen sus efectos.
El gobierno belga ha organizado la exposición con el objetivo expreso de centrarse en el efecto de la guerra sobre la población. Querían evitar la fijación que tradicionalmente se ha dedicado al frente y a las batallas en trincheras; por ejemplo, una sección está dedicada a las cartas enviadas por belgas comunes. También habrá una réplica de una “tienda americana”, nombre recibido por las tiendas que vendían productos obtenidos de la ayuda que enviaba Estados Unidos a Bélgica.
El Ministro de Defensa belga, Pieter de Crem, ha enfatizado que lo importante es mantener vivo el recuerdo del sufrimiento que pasó el pueblo llano. “Nuestros ciudadanos fueron víctimas de armas químicas y el hambre y la pobreza constituyeron parte de la vida diaria”.
