Eric Hobsbawm fue un escritor e historiador que nos indica, en su obra ‘Industria e Imperio’ que la Revolución Industrial fue un proceso de transformación del ser humano. Para Hobsbawm, este comienzo tuvo su centro de desarrollo en Gran Bretaña; de ahí comenzó su expansión lo que le ha permitido alcanzar una enorme influencia.
Gracias a ello, el modo de operar las transacciones económicas en Gran Bretaña permitió adquirir un lugar de importancia para todas las economías a nivel mundial.
Según Hobsbawm, la Revolución Industrial señala una gran transformación experimentada por la vida humana en la historia del mundo, tomando como referencia otros países donde se estaba dando los primeros pasos en pro de la industrialización, y su desarrollo, fuera de ser un impedimento o el precursor de alzamientos como en Francia, en Gran Bretaña fue el lugar idóneo para su crecimiento progresivo.
Aunque no debemos de dejar de ver que, en las colonias que en su momento eran de control de Gran Bretaña, sí existió una renuencia a este fenómeno que eventualmente no pudo ser contenido.
Singularidades del industrialismo británico
Hobsbawm nos hace ver la particularidad del industrialismo en Gran Bretaña. Para él, este movimiento lejos de presentarse a través de eventos drásticos y traumáticos, fue generándose de forma simbiótica, presentando una serie de cambios en todas las estructuras de la sociedad.
Para Hobsbawm, cada uno de estos cambios han sido asimilados como revoluciones silenciosas y pacíficas, incluso cuando aún estaba presente el fuerte sentido de tradición y el arraigo conservador.
Es por estos motivos que nos urge invitar a leer y conocer en detalle todos los pormenores del proceso y origen de la industrialización y la transformación de la sociedad humana, con todas las particularidades de cada región del mundo.