Un análisis que estudió aproximadamente cien restos humanos en momias de la cultura chancay, determinó que tres de estos individuos poseían tatuajes gracias a una nueva técnica de láseres que permiten observar los patrones en las momias.
El paleobiólogo Michael Pittman, coautor del estudio, explicó que gracias a la técnica lograron detectar patrones de líneas que no habrían sido posibles de observar de otra forma.
La técnica consiste en un método de fluorescencia estimulada por láser que revela los detalles en las momias gracias a la luz ultravioleta, que emite una fluorescencia blanca en la piel tatuada y se muestren las líneas del tatuaje hechas de carbono se distingan con facilidad.
Las líneas tatuadas representan patrones geométricos y triángulos, muy similares a los hallados en varias cerámicas de la cultura chancay.