El desarrollo de la ciencia cartográfica en el mundo árabe llevó a la creación de instrumento con gran precisión, tal como se puede apreciar en un astrolabio del año 1100 con inscripciones árabes, hebreas y occidentales, que dan cuenta de tres propietarios en distintos momentos.
El hallazgo se produjo en el Museo de Verona en Italia, luego de que se realizara una investigación sobre la pieza, ya que no se conocían datos de ella y se pensó que podía ser una falsificación.
La pieza proviene del mundo árabe debido a que las inscripciones originales están en dicho idioma. Posteriormente, un propietario probablemente judío añadió algunos datos en hebreo como nombres zodiacales junto a otros términos.
Finalmente, se añadieron algunos números romanos y palabras en latín lo que permite señalar un nuevo propietario, que en este caso provenía del mundo grecorromano.
Lo más probable es que el astrolabio se fabricó en España, específicamente en las regiones de Toledo y Córdoba, donde una relación antigua de intercambio comercial, cultural, intelectual, etc., entre las tres grandes religiones monoteístas de occidente.