Un hallazgo inusual sacudió al pueblo polaco de Wolka Nieliska, luego de que un equipo arqueológico encontrara una insignia de un peregrino medieval con la figura de un dragón basilisco.
La insignia es un dragón basilisco encerrado en un círculo de unos 2,8 centímetros, la representación de esta figura mitológica se asocia a su uso como talismán, ya que se pensaba podía conferir ayuda para obtener éxito en la misión del portador.
Es un hallazgo inusual en esta parte de Europa, debido a que son mucho más comunes en regiones de Europa Occidental, siendo España en su camino de Santiago uno de los primeros lugares en que se utilizaron estas insignias de peregrino.