En la ciudad de Siwa, situada entre la depresión del Qattara y el Mar de Arena Egipcio, se construyó un hotel totalmente artesanal que cambió el WiFi, aire acondicionado e incluso la luz eléctrica por un emocionante viaje a la antigüedad y al cual se le llamó Adrere Amellal.
Durante la estancia en el hotel, los visitantes podrán beneficiarse de un fantástico cielo nocturno, una refrescante brisa del lago y un agreste paisaje desértico.
Aunque no se tenga luz eléctrica se disfruta de la máxima claridad, gracias a que sus ventanas están estratégicamente colocadas para captar la mayor cantidad de luz natural, proveniente del sol. Cuando el sol se deslice por debajo del horizonte unas lámparas iluminarán con sus llamas el interior.
Os dejamos una selección de fotos del hotel.