A lo largo de los siglos, la humanidad ha practicado el rezo como parte de su forma de vida, independientemente de la sociedad a la que perteneciera o a la creencia que practicas pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué debemos orar?
Hay muchas formas de hacerlo, e incluso se puede hacer leyendo la Biblia tanto en papel, como en pantalla, e incluso a través de una aplicación como la Biblia Reina Valera gratis desde el teléfono, entre otra gran cantidad de opciones.
La creencia, junto con el culto y la petición a una divinidad, forman parte de nuestro ser desde la prehistoria, así que vamos a intentar hacer un análisis histórico para comprender por qué es importante el rezo en prácticamente todas las religiones que se han conocido hasta ahora.
Historia de la oración
Antropológicamente, el concepto de oración está estrechamente relacionado con el de entrega y súplica, y así se puede apreciar en los diferentes cultos a lo largo de la historia. Algunas de las formas eran:
- En la antigüedad: se solía hacer con las manos levantadas
- Creta y Chipre: en figuras de estas ciudades vemos representaciones de personas con los brazos abiertos, los cuales se han interpretado como adoradores, agachados con manos levantadas y en una postura conocida universalmente como de rendición.
- Primeros cristianos: de pie, mirando al cielo con los brazos extendidos y la cabeza descubierta.
- Paganismo romano: similar, pero la cabeza debía cubrirse en la oración.
- Edad Media: aquí aparece la postura de rodillas con las manos entrelazadas o juntas, convirtiéndose en la postura tradicional de oración y la cual se supone que fue adoptada a partir de un gesto de homenaje feudal.
- Animismo: si bien no existe la oración en sentido literal, sí existe una comunicación con el mundo espiritual, el cual en muchas creencias se consigue a través de un chamán quien, en trance, accede a ese mundo para luego mostrar sus pensamientos a sus conciudadanos.
Las oraciones en las fuentes históricas.
Una gran parte de la literatura existente más antigua, como pueden ser los himnos del templo sumerio de Enheduanna (siglo XXIII a.C.) son liturgias dirigida a deidades, con lo que técnicamente serían oraciones.
Los Textos de las Pirámides Egipcias de aproximadamente el mismo período, contienen de manera similar hechizos o encantamientos dirigidos a los dioses.
Hay registros confiables disponibles para las religiones politeístas de la Edad del Hierro, sobre todo la religión griega antigua (que influyó fuertemente en la romana), tradiciones religiosas que fueron desarrollos directos de las religiones anteriores de la Edad del Bronce.
Tradiciones en Asia
En el politeísmo antiguo, el culto a los antepasados es indistinguible del culto teísta. Los vestigios del culto a los antepasados persisten, en mayor o menor medida, en las tradiciones religiosas modernas de todo el mundo, sobre todo en el sintoísmo japonés y en la religión popular china.
Las prácticas involucradas en la oración sintoísta están fuertemente influenciadas por el budismo, y que consisten en deseos o favores que se les pide a los kami, en lugar de largas alabanzas o devociones.
La práctica de la ofrenda votiva también es universal y está atestiguado al menos desde la Edad del Bronce.
En el sintoísmo, esto toma la forma de una pequeña tableta de madera, llamada ‘ema’.
El mundo romano
Las oraciones en etrusco fueron utilizadas en el mundo romano por adivinos y otros oráculos mucho después de la desaparición del etrusco como idioma. Encontramos dos ejemplos de oraciones de este estilo en ‘Carmen Arvale’ y ‘Carmen Saliare’, parcialmente conservadas y cuyo lenguaje está lleno de arcaísmos y pasajes de difícil comprensión.
Siguiendo con el mundo romano, las oraciones y los sacrificios se concibieron, en muchos casos, como “acuerdos” entre la deidad y el adorador. El principio romano se expresó como “do ut des”, «Yo doy para que tú des».
Muchos ejemplos de oraciones tradicionales los encontramos en el ‘Tratado de agricultura’ de Catón el Viejo, como, por ejemplo, uno en el cual un granjero se dirige a la deidad desconocida de una arboleda (posiblemente sagrada) y sacrifica un cerdo para aplacar al dios o diosa del lugar y pedirle permiso para cortar algunos árboles de la arboleda.
Religiones celtas, germánicas y eslavas
Las religiones celtas, germánicas y eslavas se registran mucho más tarde y de forma mucho más fragmentaria que las religiones de la antigüedad clásica, aunque todas ellas muestran paralelismos con algunas de las religiones más conocidas de la Edad del Hierro.
En el caso de la religión germánica, la práctica de la oración está atestiguada de manera confiable, pero no se registra ninguna liturgia real desde el período temprano (era romana).
En la religión eslava, una oración en nórdico antiguo está registrada en forma de dramatización en poesía escáldica, y la cual se encuentra en las estrofas II y III del poema ‘Sigrdrífumál’, un compilado en la Edda poética del siglo XIII a partir de fuentes tradicionales anteriores, y en el cual la valquiria Sigrdrífa reza a los dioses y a la tierra después de ser despertada por el héroe Sigurd .
Por su parte, una oración a Odín se menciona en el capítulo II de la saga ‘Völsunga’, en donde el rey Rerir reza por un niño.
En la estrofa IX del poema ‘Oddrúnargrátr’ se hace una oración a «los bondadosos espectros, Frigg y Freyja» y muchos más dioses.
El período medieval
La religión popular en el período medieval produjo sincretismos entre las tradiciones precristiana y cristiana, como por ejemplo es el encanto anglosajón del siglo XI ‘Æcerbot’ para la fertilidad de cultivos y tierras, o la destinada a la medicina llamada ‘Wið færstice’.
La mitología aborigen australiana
En la mitología aborigen australiana, las oraciones al «Gran Ingenio» las realizan los «hombres inteligentes» y las «mujeres inteligentes», o kadji . Estos chamanes aborígenes usan maban o mabain, el material que se cree que les da sus supuestos poderes mágicos.
Las religiones mesoamericanas
En las civilizaciones mesoamericanas encontramos un gran conjunto de creencias a través de las cuales se desarrollaba la visión del mundo de cada una de estas culturas.
Existían rituales de adoración, de petición, sacrificios y ofrecimientos diversos a las divinidades de cada cultura, siendo los sacerdotes y sabios quienes debían transmitir los preceptos y enseñarlos a la comunidad.
A su vez, encontramos a través de diversos vestigios y fuentes diferentes manifestaciones íntimas y personales, tanto de oración como de adoración o sacrificio, los cuales se realizaban en cada uno de los hogares.
Entre otros, encontramos diferentes oraciones y devociones al levantarse, al comer y al acostarse.
Las oraciones en las diferentes religiones
Oraciones cristianas
La oración, según la Iglesia Católica, es un diálogo entre Dios y el hombre, siendo éste quien glorifica a Dios a través del rezo, obteniendo a su vez la paz espiritual.
Esta definición es, a su vez, la respuesta a la pregunta de por qué debemos orar.
El rezo más común es el Padrenuestro, el cual, según el Evangelio, es la forma en la que Jesús enseñó a sus discípulos a orar.
Oraciones conocidas en el cristianismo
Existen otras oraciones que son muy conocidas para la Iglesia Católica, algunas de ellas son:
- Ave María
- Gloria Patri
- Rosario
- Liturgia de las Horas
- Salve
- Magníficat
Aquí os dejamos el ejemplo de una oración cristiana:
La oración en el Islam (Salat)
Uno de los pilares de esta religión es la oración y su mandato sale del Corán. Son, en total, 5 oraciones diarias las cuales se realizan mirando a La Meca.
Las cinco oraciones del islam:
- Al-Fajr, que se realiza desde el rayar del alba hasta el instante anterior al amanecer.
- Zuhar, que se realiza al mediodía.
- Asr, es la oración de la tarde
- Magrib, que se realiza después de la puesta del sol
- Isha, el último rezo, que se realiza 1,5 horas después de la puesta del sol.
El contenido de las oraciones en el islam
Existen dos tipos de oraciones en esta religión:
La primera es una recitación rutinaria formal de los versículos del Corán y otras oraciones que se hacen esencialmente en el idioma del Corán, el árabe.
En este caso, se espera que todos los fieles conozcan el significado de lo que están recitando, para no verse privados del inmenso beneficio que otorga este rezo.
El segundo tipo enmarca las oraciones individuales, en donde cada uno es libre de orar a su gusto y en su propio idioma.
La oración en el judaísmo
En el judaísmo encontramos las siguientes oraciones diarias:
- Shajarit: al despertar
- Minjá: al atardecer
- Maariv: al anochecer
- Después de cada comida
Además, encontramos oraciones más largas en días especiales como el Shabat o en las diferentes festividades judías, que incluyen el Musaf y diversas lecturas de la Torá.
Sus oraciones más importantes son Shemá Israel (Escucha, Israel) y la Amidah (oración permanente).
La oración en las religiones orientales
En las principales oraciones orientales (asiáticas), el budismo y el hinduismo, la repetición de mantras se relacionan estrechamente con la oración reiterativa que podemos encontrar en las religiones de occidente, como el Rosario.
Muchos de estos mantras son, originalmente, invocaciones de diferentes deidades como puede ser el ‘Gayatri Mantra‘, dedicado a Suria (el dios del Sol), o el ‘Pavamana Mantra’, dedicado a Soma.
La oración en el budismo
La oración, basándonos en la tradición más antigua, la Theravada, juega un papel secundario en el budismo, pero, como decíamos anteriormente, los mantras son relacionados con la tradición del rezo.
Sin embargo, en la actualidad muchas personas que profesan el budismo, especialmente en los países del Sudeste Asiático, suelen orar a sus dioses de una forma similar a como se hace en occidente, con el objetivo de pedir su intervención y ofreciendo devoción.
Por otra parte, la meditación, práctica fundamental en el budismo, puede considerarse una forma de oración.
La oración en el hinduismo
El hinduismo ha ido incorporando a lo largo de la historia muchos tipos de oración, desde rituales hasta reflexiones filosóficas. Además, se pueden encontrar tanto en forma de recitación de versos como a través de dhyanam, una meditación más profunda que busca conectar con una deidad determinada.
Las oraciones, extraídas en muchos casos de los Vedas, los textos sagrados que constituyen una gran colección de mantras y rituales de oración, pueden estar dirigidas tanto a satisfacer las propias necesidades del individuo como la iluminación profunda del ser, o bien que tenga como objetivo el beneficio de terceros.
Enfoques de la oración
Existen diversos enfoques a través de los cuales analizar la oración, desde las formas más directas hasta las más racionales. Ellas son:
Oraciones con peticiones directas (enfoque social)
Esta forma de oración es la más común de todas. Consiste en apelar de forma directa a la deidad para que le conceda sus peticiones.
Algunos psicólogos y estudiosos (ateos), argumentan que este tipo de oración podría traer consecuencias psicológicas indeseables sobre una persona, al limitarse a pedirle a una divinidad en lugar de buscar soluciones activas sobre sus problemas.
También se puede volver potencialmente peligroso cuando se manifiesta en sus formas más extremas como los de los Científicos Cristianos, quienes dependen de las oraciones para curar sus enfermedades en lugar de buscar tratamientos médicos para los miembros de sus familias, los cuales en muchas ocasiones se tratarían de forma muy simple, pero acarreando diferentes problemáticas por la falta de tratamiento.
Enfoque educativo
Desde el enfoque educativo de la oración, no se trataría de una conversación sino que su objetivo es inculcar ciertas actitudes en quien reza.
Es un enfoque más frecuente dentro del judaísmo a través de los rabinos Rabbenu Bachya, Yehuda Halevi , Joseph Albo , Samson Raphael Hirsch y Joseph B. Soloveitchik .
Este enfoque también está plasmado en la obra del rabino Nosson Scherman, específicamente en el resumen del ‘Artscroll Siddur’ (pág. XIII).
En el cristianismo, EM Bounds también explicó el propósito educativo de la oración en cada capítulo de su libro “La necesidad de la oración”.
Enfoque racionalista
El enfoque racionalista plantea que el objetivo final de la oración es capacitar a una persona determinada para que se concentre en la divinidad a través de la filosofía y la contemplación intelectual (meditación).
El erudito y filósofo judío Maimónides fue el gran impulsor del enfoque racionalista.
A su vez, tuvo gran acogida entre otros racionalistas de la Edad Media, siendo especialmente popular en los círculos intelectuales tanto judíos como cristianos e islámicos, aunque no llegó a convertirse en la comprensión más popular entre los laicos de estas religiones.
Enfoque experiencial
Este enfoque tiene como objetivo el permitir que, la persona que reza, obtenga una experiencia directa del destinatario de la oración, siendo el más significativo en el cristianismo aunque también está muy extendido en el Islam sufí y en algunas formas de misticismo.
En la ortodoxia oriental, este enfoque se conoce como hesicasmo.
Tiene algunas similitudes con el enfoque racionalista, ya que también puede implicar la contemplación (aunque ésta no sea vista como racional o intelectual).
Las tradiciones cristianas y católicas también incluyen un enfoque experimental de la oración dentro de la práctica de la Lectio Divina, históricamente una práctica benedictina en la que las escrituras se leen en voz alta.
La noción de «experiencia religiosa» se remonta a William James , quien utilizó este término en su libro ‘Las variedades de la experiencia religiosa’, aunque los eruditos creen que sus orígenes pueden ser anteriores.
En los siglos posteriores, específicamente en los XVIII, XIX y XX, diferentes figuras históricas mostraron puntos de vista muy influyentes de que tanto la religión como sus creencias podían basarse en la experiencia misma.
Kant planteaba que la experiencia moral justificaba las creencias religiosas, en tanto que John Wesley creía que las experiencias religiosas en el movimiento metodista eran básicas para el compromiso religioso como una forma de vida.
A su vez, la forma de «experiencia religiosa» fue utilizada por Schleiermacher y Albert Ritschl para defender la religión contra la creciente crítica científica y secular, al tiempo que defendían que la opinión de que la experiencia humana (tanto moral como religiosa), justifica las creencias religiosas.
Este empirismo religioso sería visto años después como problemático, aunque en el siglo XX e incluso en el XXI, la experiencia religiosa y moral como justificación de las creencias religiosas prevalece.