Hestia, para los romanos Vesta, era hija de Cronos y Rea y una de las Diosas Olímpicas hermana de Zeus, Poseidón, Hades, Hera y Deméter.
Era la diosa del fuego hogareño y del fuego del sacrificio y que recibía la grasa de todos los sacrificio que se ofrecían a los demás Dioses.
Casta y virgen, se transformó en una deidad abstracta, llegando a representar el fuego del interior de la Tierra.
Platón en ‘el Fedro’, dice que permanece sola, en reposo, en la morada de los Dioses.
Cuando un grupo de ciudadanos partía a crear una colonia, llevaba el Fuego Sagrado de su ciudad a la nueva.
Es entonces el Fuego, centro del hogar, centro de la ciudad, centro del universo.