Se podría decir que Tintoretto fue un rebelde al revolucionar la pintura, tanto en composición como en color. Es uno de los máximos representantes del manierismo y de los grandes pintores de la escuela veneciana del siglo XVI. Poseía una gran energía casi eufórica al momento de pintar, razón por la que fuera apodado II Furioso.
Vida de Tintoretto
Jacopo Comin nació en la ciudad de Venecia, Italia, en 1518. Empleó un uso de la perspectiva tan dramático, como único para su época, con efectos de luces que lo dejan como uno de los precursores del barroco. Dentro de los trabajos que realizó que le dieron mayor prestigio, fueron sus pinturas sobre la vida de Jesús y la Virgen María, especialmente los que se encuentran en la Scuola Grande di San Rocco, en su ciudad natal.
Familia
Jacopo Comin tuvo 21 hermanos, de los que él era el mayor. Su padre se llamaba Giovanni Battista, quién era un pintor de tejidos, razón por la que el artista sería apodado Tintoretto, cuyo significado es ‘hijo de tintorero’. Desde muy pequeño el joven demostró grandes cualidades para la pintura, descubierto por su padre al notar diversos dibujos en las paredes de su casa.
Inicios de Tintoretto
Gracias a este descubrimiento del padre, lo llevó al taller de Tiziano cuando tenía tan solo 16 años, con la intención de que mejorara su habilidad como pintor. A pesar de que estuvo muy poco tiempo, mejoró en gran medida su técnica. Logró coleccionar diversos modelos, y bajos relieves que sirvieron para sus pinturas a posterior.
Además de ello, se sabe que llegó a tomar maniquíes y cadáveres para tomar de ellos la composición que luego llevaría a sus cuadros. En ellos buscó transmitir emociones, considerando que no estaba de acuerdo con los cánones de belleza que eran impuestos en su época.
Época revolucionaria
A Tintoretto le tocó vivir una época revolucionaria, donde los conceptos tanto económicos como filosóficos, buscan traer nuevamente los conceptos grecorromanos antiguos. El teocentrismo quedó en el pasado, el hombre ahora se estudia a sí mismo: el antropocentrismo; todo ello para hablar del Renacimiento.
Tintoretto fue uno de los pintores con mayor importancia en Venecia, con un estilo manierista bien marcado, el cual iba en contra al ideal de belleza clásica. Fue un hombre un tanto solitario, dedicándose enteramente a la pintura junto a su hija Marietta Robusti.
Su primera e inseparable hija Marietta Robusti
Marietta Robusti fue el nombre dado a su primera hoja, producto de una relación con una joven alemana. Al igual que él, su hija mostró una gran habilidad para la pintura. Desde muy pequeña demostró sus dotes, hasta que con quince años, vestida de niño, acompañaba a su padre, junto a su hermano menor Domenico Robusti, al taller personal de Tintoretto.
Esposa de Tintoretto
Además, todo tipo de arte le encantaba, tanto que tocó y diseñó diversos instrumentos musicales, especialmente el laúd. Su esposa fue Faustina de Vescovi, quien era hija de un veneciano muy reconocido, con ella tuvo seis hijos, cuatro mujeres y dos varones. Solo uno de ellos, Domenico, además de Marietta, se dedicaron a la pintura.
La magnitud de las pinturas y la fama de Tintoretto
Para 1579, como uno de sus últimos encargos para la Sala del Consejo Mayor del Palacio Ducal, realizó, junto a su hijo Domenico, su mayor pintura sobre lienzo, con más de 150 metro cuadrados, El Paraíso. Efectivamente, fue un asombro para todos, generándole aún más fama.
Esta grandeza en sus obras, sería una de las mayores características en sus pinturas, la cual se mira desde sus inicios. En El Milagro del Esclavo o San Marcos liberando al esclavo de 1548, ya contaba con dimensiones extravagantes, considerando que sus medidas son 416 cm x 544 cm.
Producciones asombrosas
Toda su producción pictórica fue asombrosa, los encargos jamás se detenían. Aunque algunos efectivamente eran de pequeña magnitud, la mayoría solían ser gigantescos. Su rapidez y habilidad, le ayudaron a explorar nuevos diseños, especialmente efectos pictóricos generados a partir de la expresividad.
Scuola Grande di San Rocco
Tintoretto mantuvo un estilo innovador en las 50 obras que realizó entre 1564 y 1587 para la Scuola Grande di San Rocco. Judit y Holofernes es un ejemplo de ello, otro es Cristo y la Misericordia, así como La cena de Emaús y La tentación de Adán, entre muchas otras.
El artista tenía, a pesar de todo, una gran competencia, considerando que también estaban otros grandes como Miguel Ángel, Tiziano y Paolo Veronese, se vio en la obligación de producirse a sí mismo. Tintoretto no contaba con mecenas que apoyaran su trabajo, razón suficiente para realizar otras estrategias y así cumplir su objetivo.
La publicidad generada a sí mismo
Una de las hazañas que empleaba Tintoretto para lograr conseguir encargos, era participar en concursos y llegar a ser conocido. En 1564 participó en uno de ellos junto a otros cinco pintores reconocidos.
Se trataba de realizar un bosquejo para decorar el Gran Salón de la Escuela San Rocco, pero la astucia del artista fue mayor, y llevó la obra ya terminada. Esta misma fue donada, con la simple intención de generarse a sí mismo la publicidad suficiente como para conseguir que le encargaran pinturas.
Muerte de Tintoretto
Tintorreto muere el 31 de mayo de 1594, cuando tenía 75 años de edad, en la República de Venecia. Su sepultura se encuentra en la iglesia de la Madonna dell’Orto. Grandes artistas fueron grandes admiradores de él, tales como El Greco, Rubens e incluso el mismo Velázquez.
Características de la obra de Tintoretto
Las obras de Tintoretto destacaron por su gran expresividad y dramatismo, con una simetría y balances que estaban adelantadas a su época. Además, la perspectiva solía ser casi cinematográfica, si se quiere, considerando que hacía parecernos que dentro del cuadro, se vivía una escena de lucha contra la gravedad.
Tintoretto, sin duda, pintaba con pasión. El manejo que mantenía a partir de su dinámica, era implacable, con efectos de luces propias del artista. Decimos que fue el precursor del barroco por excederse a ello ante una época que aún consideraba el Renacimiento como parte de su época, pero revolucionario como para considerarse este último: vivió el periodo manierista.
Tomó de Miguel Ángel los estudios de anatomía tanto de los dibujos, como de las esculturas, apropiándose de esa enseñanza para plasmarlas en su obra. Sin embargo, fue un poco más allá, realizando prácticas con cadáveres en escuelas de medicina.
Las temáticas que más desarrolló giraron en torno a la mitología y la religión, bastante común en su tiempo. Esto no le limitó a desarrollar más de 300 obras durante su vida, creando un estilo propio, digamos, de autor.
Obras más representativas de Tintoretto
Jacopo Comin, llamado Tintoretto por todos, desarrolló en vida más de 300 obras pictóricas, de las cuales muchas de ellas aún se conservan en diversos países, en museos, palacios, iglesias y más. Sin embargo, nos limitaremos a solo dos de ellas, sin dejar de lado la más reconocida, El Lavatorio.
Venus, Vulcano y Marte, 1555
Venus, Vulcano y Marte, es quizás una de las obras menos conocida de Tintoretto, pero no menos extraordinaria. Si bien El Lavatorio representa un tema religioso, esta, por su parte, la mitología romana. Se trata de un óleo sobre lienzo de 135 cm x 198 cm.
Muchos artistas renacentistas ya habían tratado la temática relacionada a los amores entre Venus y Marte (tal es el caso de Botticelli con Venus y Marte de 1483), pero lo que supone una escena idealizada por tratarse de personajes mitológicos, Tintorreto lo transforma en una escena de carácter erótico, pero doméstica.
Encontramos a Venus reclinada, mientras su marido Vulcano le descubre el pubis a su esposa. A medida que eso ocurre, detrás encontramos a Cupido en una cuna. Por otro lado, bajo la cama, se oculta Marte, el amante. No hay duda de la exótica narración que desarrolló Tintoretto, un tanto escandalosa para su tiempo.
Hallamos cierta asimetría en la obra, donde la mirada se nos dirige hacia un fondo de baldosas a la derecha. Asimismo, un ingenioso reflejo ante un espejo de la espalda de Vulcano, con características corporales que nos recuerda al mismo Miguel Ángel, dejando clara su influencia.
Venus nos marca una diagonal, desde el borde superior izquierdo, hasta el inferior derecho, y además en primer plano, dando mayor fuerza a la representación. Asimismo, observamos algo que podríamos comparar, si se quiere, con El lavatorio: un perro en el centro, reafirmándonos el gran sentido doméstico que plasmó en ambas obras.
El Lavatorio, 1548 – 1549
Una de las obras más importantes de Tintoretto es El Lavatorio, realizada en óleo sobre lienzo de una gran magnitud: 200 cm x 533 cm. Fue ejecutada entre 1548 y 1549. Actualmente se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid, España. La representación se ubica en la Última Cena, pero narrada por el Evangelio de Juan.
Se muestra el momento en el que Jesús se levantó de la mesa y se quita el manto para colocar una manta en su cintura, para luego lavar todos los pies de sus discípulos, de esta manera demostraba su propia humildad. De esta manera observamos en el borde lateral derecho un triángulo comprimido, generado entre Jesús y San Pedro.
La mayor parte del lienzo está empapado por los últimos rastros de esa última cena. Alrededor se encuentran algunos apóstoles luchando toscamente para quitarse las sandalias. Mientras que en el foco central se encuentra un perro, curiosamente, en vez del mismo Jesús.
Asimismo, encontramos la mesa acentúa perspectiva a la composición, mientras que en el fondo se observa un paisaje casi de ensueño. Una breve vista de lo que puede ser un río con dos embarcaciones. Además, también encontramos allí una arquitectura clásica, que nos lleva a Venecia.
En el borde lateral derecho, hacia el fondo, encontramos la Última Cena. Encontramos en general, una composición asimétrica, con un gran dinamismo, con modelos de fondo al estilo manierista, sin dejar de lado la amplia gama de colores, especialmente los fríos con los azules, y cálidos con el naranja, rosa pálido y marrón.
No podemos dejar de lado el volumen en las figuras, como muestra del claroscuro como técnica empleada. Asimismo, el empleo de la arquitectura paladina, basada en la simetría, perspectiva y en general, la arquitectura clásica de los antiguos templos grecorromanos.
Aquí puedes ver las obras digitalizadas de Tintoretto.