Biografía del rey acadio Naram Sin. ¿Quién fue y qué hizo?

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Leopoldo Ágreda Lovera
Nací en Mérida, un estado andino de Venezuela pero me crié en Caracas la ciudad donde crecí, observando el Ávila y haciéndome las preguntas más importantes sobre la vida, la sociedad y el universo, rodeado de árboles y el sabor agridulce de toda gran ciudad. En el trayecto de mi vida, conocí las calles y sus gentes, las cuales me ayudaron a formarme un mejor criterio de la existencia humana y las ciencias sociales, para luego estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde me he formado como historiador y pensador social. La lectura es uno de mis grandes vínculos con el pasado y la esencia de la humanidad, ya que como dijo Descartes, leer es como tener una conversación con las grandes mentes de la historia; el ajedrez es otra de mis grandes pasiones, ya que me ha ayudado a desarrollar una mejor comprensión de la vida, que junto a la música, forman los tres pilares de mis gustos actuales. Soy familiar, amante de la naturaleza y los animales, porque en ellos ves la esencia de la filosofía y de Dios.

El imperio acadio tuvo en Sargón I su fundador y figura más importante, aunque su nieto, conocido como Naram Sin, le disputa el trono del más grande monarca de la historia acadia aquilatando el imperio a extensiones impensadas.

También fue el primero en realizar una labor propagandística e ideológica importante, que le permitió seguir siendo conocido durante siglos después de su muerte.

La capital de acadia fue Ágade donde el regente Naram Sin erigió un culto religioso en su honor mientras aún permanecía con vida, algo que nunca había sucedido en la historia sumeria.

Esta es la razón por la cual, varios años después de su muerte, una de las historias que continuaban contándose (aunque sin veracidad histórica), fue la que se aprecia en la Maldición de Ágade, donde Naram Sin por su soberbia y deseo de igualarse a los dioses fue el responsable de la caída del imperio.

Los antepasados de Naram Sin

Fue nieto de Sargón I de Akkad e hijo de otro regente imperial conocido como Manishtusu, quien al igual que su hermano y padre antecesores del trono, debieron enfrentarse a numerosos enemigos tanto fuera como dentro de las fronteras del imperio, con el fin de mantener el orden y su permanencia en el poder.

Su padre Manishtusu duraría 15 años al frente del imperio acadio, y luego de su muerte, sería sucedido por su hijo Naram Sin quien gobernó durante 36 años aproximadamente, en los que continuaría luchando para mantener el orden aunque también destacaría por aquilatar el reino acadio como nunca antes.

Las campañas bélicas de Naram Sin

Uno de los principales conflictos que debió enfrentar Naram Sin fue lo que se conoció como la Gran Revuelta, donde ciudades acadias y sumerias dieron un golpe casi al mismo tiempo.

Las primeras en levantarse fueron las ciudades acadias que, con el rey de Kish a la cabeza, desafiaron la autoridad de Naram Sin, proclamando a Ipkhur Kish como su máximo jerarca, debiendo Naram Sin avanzar a la ciudad de Kish para someterla junto a sus aliados.

Por su parte y casi al mismo tiempo, las ciudades de Sumeria al sur de Mesopotamia se alzaron proclamando al rey de Uruk, Amar Girid, como su jefe máximo, debiendo enfrentarlos Naram Sin quien acababa de sofocar a los rebeldes de las ciudades acadias.

En ambos conflictos Narmn Sin salió victorioso, lo que le permitiría desarrollar una política expansionista que le llevaría a unificar las costas del Golfo Pérsico con el mar Mediterráneo, luego de que subyugara territorios de la actual Siria y el sur de la actual Turquía.

De igual manera, Naram Sin se enfrentaría con los siempre peligrosos elamitas, quienes nunca habían aceptado de buena gana la autoridad acadia, obteniendo una importante victoria frente a los Lulluby del Monte Zagros, quienes salieron derrotados representándose esta gran victoria en la “Estela de Naram Sin”.

Papel ideológico en su regencia

Es cierto que Sargón I de Akkad fue el primer en autodefinirse como el “Rey de las Cuatro Regiones”, lo que significa que era el monarca de los cuatro puntos cardinales encontrándose su ciudad y él en medio del mundo.

Sin embargo, Naram Sin llevaría este concepto a un nivel más elevado, colocándose otros títulos que le hicieran ver poderoso y divino, lo que se convirtió en una constante en su política propagandística.

En numerosas inscripciones a lo largo del imperio acadio incluyendo lejanas latitudes como Siria o Anatolia, se evidencian rastros sus títulos como por ejemplo: Naram Sin “el Fuerte”, o el “Vencedor de Nueve Batallas en un Año”, fórmulas que se colocaban en diferentes textos, a veces solitarias o a veces todas juntas, con lo que su figura se aquilataba a través de estos epítetos.

De igual forma, este culto a su persona se observa en la “Estela de Naram Sin” para conmemorar su victoria sobre Lulluby o en el templo erigido en su honor en Ágade, o las estatuas y esculturas alrededor del reino que señalaban el culto divino a Naram Sin.

El culto a Naram Sin visto como un dios fue el primer caso de este estilo en los reyes acadios, sentando un precedente y legando las fórmulas junto a sus epítetos para los futuros regentes, que desearan verse magnánimos ante su pueblo o la historia.

Muerte de Naram Sin

Luego de 36 años en el poder, Naram Sin parece haber muerto de causas naturales, siendo sucedido por su hijo Sharkalisharri, quien tendría numerosas dificultades en mantener las fronteras del imperio acadio, dando inicio con esta regencia al período de decadencia que terminaría con el final de este majestuoso imperio.

Luego de su muerte, Naram Sin junto a su abuelo Sargón I fueron protagonistas de cantos, historias, leyendas, etc., contadas durante siglos en aquellas tierras, que le convertirían en personajes míticos donde la historia se mezclaba con la ficción.

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