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La Isla de Menorca es una de las islas mas paradisíacas que existen no sólo en Europa, sino también destacándose en todo el mundo. La pureza de sus aguas y sus paisajes casi “salvajes” hacen que sea un destino idílico que atrae cada vez a más turistas.
Historia de Menorca
Menorca, por su situación geográfica, siempre fue una isla muy codiciada por diferentes civilizaciones a lo largo de la historia, e incluso por parte de los piratas como el mismísimo Barbarroja, quien saqueó Mahón en 1535.
Menorca en la Antigüedad
Los estudios arqueológicos sitúan a las primeras civilizaciones de la isla en la Edad del Bronce (1600 a.C.), en donde aparece por primera vez la cultura talayótica, cuyo nombre proviene de los ‘talayot’, un edificio prehistóricos con forma de torre que se encuentra en Menorca y Mallorca.

Esta cultura cayó en declive hacia el año 200 a.C., momento en el cual es notoria la influencia griega y fenicia en la isla, civilizaciones con quienes comerciaban desde siglos atrás.
En ese entonces, la isla es conquistada por los cartagineses, fundadores de las ciudades Jamma y Maghen, que en la actualidad se conocen como Ciutadella y Mahón.
La conquista romana
En el año 123 a.C., Quinto Cecilio Metelo “Balearicus” conquista la isla, y todas las Baleares para la República romana, pasando a forma parte de Hispania Citerior, la provincia romana que comprendía la costa este, desde Cartagena hasta los Pirineos.
Cuando en el año 13 a.C. el emperador César Augusto reorganizó el sistema provincial, en parte debido a las conquistas interiores de la península, las Islas Baleares pasaron a formar parte de la provincia Tarraconense.
La Edad Media de Menorca
En el siglo V, el imperio romano pierde Menorca cuando es conquistada por las vándalos, aunque es recuperada en el año 534 por el Imperio Bizantino.
Tras un período de poca estabilidad debido a los constantes ataques de normandos y árabes, en el año 903 y tras la conquista omeya de Hispania, Menorca es anexionada al Califato de Córdoba por Isâm al-Khawlânî, manteniéndose hasta el último ra’îs musulmán Abû ‘Umar ibn Sa’îd.
Cuando Jaime I el Conquistador logra conquistar Mallorca en 1229, tres años después, Al-manurqa pasó a ser considerado un estado independiente, pero tributario del rey Jaime I de Aragón.
En 1287, Alfonso III lanzó una invasión para conquistar la isla, pasando a formar parte de la Corona de Aragón.
La Modernidad en Menorca
Tras unos siglos de relativa estabilidad, en el siglo XVI la ciudad de Mahón fue saqueada por el pirata Barbarroja, al tiempo que otros ataques turcos saquearon sistemáticamente la isla.

Posteriormente, Menorca cayó bajo dominaciones francesas e inglesas de forma alternativa, hasta su devolución a España por parte de Gran Bretaña con la firma del Tratado de Amiens en 1802.
Menorca en el siglo XIX
En el siglo XIX, la economía de la isla vuelve a recobrar su fuerza gracias a los talleres de calzado y textiles que se instalaron en Menorca, los cuales se exportaban, principalmente, a Cuba.
Esto permitió a la isla progresar de forma continuada, incrementándose en el siguiente siglo con el fomento del turismo, a día de hoy, uno de los puntos clave de su economía.
El turismo en Menorca
Desde mediados del siglo XX y especialmente en el siglo XXI, el turismo en la isla sufrió una gran explosión, convirtiéndose en un destino idílico gracias a sus playas de aguas cristalinas.
Las playas más destacadas de Menorca
- Son Bou: es la playa más larga de la isla, abierta al mar y que cuenta con gran variedad de servicios.
- Cala Galdana: una de las pioneras en la isla y la más visitada. Bordeada por acantilados de pinos, es una de las preferidas de todos los visitantes a la isla.
- Cala`n Porter: es el sitio más animado por su vida nocturna, al contar con gran cantidad de bares y restaurantes.
- Cala Morell: resguardada por acantilados, su brazo de rocas hace que sea un paisaje único.
- Punta Prima: con gran cantidad de servicios, se destaca por ser una costa amplia. Justo en frente a ésta se encuentra la Isla del Aire.
Menorca arqueológica
Si bien todo el mundo llega a la isla por sus playas, uno de sus grandes atractivos y desconocido para muchos es la riqueza arqueológica de la isla perteneciente a la cultura talayótica.

Más de 300 monumentos (contabilizados) se encuentran a lo largo de la isla, siendo mucho más grandes que los de Mallorca y muy variadas en cuanto a formato de construcción.
Las Navetas son uno de los edificios más emblemáticos, cuya función era ejercer como monumento funerario colectivo. La más famosa, la Naveta d`es Tudons, se encuentra en Ciutadella, y es posible visitarla.
Por otros lado, podremos descubrir y disfrutar de los Taulas, piedras con forma de “T” que también funcionaban como monumentos funerarios y que se encuentran diseminados en toda la isla.