Un bosque rumano fue el lugar donde alguien enterró una gran cantidad de monedas y algunos platos de plata, que un grupo de detectores de metales encontró recientemente.
Se trata de una vasija de cerámica con 4.860 monedas y tres platos de plata, que logró emocionar a sus descubridores quienes entregaron el tesoro en el Ayuntamiento.
En el lugar del enterramiento, los buscadores contaron que el aparto emitió una señal sutil pero estable, por lo que se decidieron a excavar viendo las primeras monedas de plata, sin imaginar que encontrarían este importante tesoro.
El peso total es de aproximadamente 4,5 kilogramos, datándose las monedas entre 1500 al 1550 cuando gobernaba en Rumania Vladislao II.
La ley rumana señala que cualquier persona que encuentre objetos de valor histórico, como en este caso, debe notificar a su Ayuntamiento en las primeras 72 horas del descubrimiento, ya que son propiedad del Estado, no obstante, los descubridores tienen derecho a un 30 a 45 % del valor de su hallazgo.