Arqueólogos pertenecientes a la Universidad de Gotemburgo realizaron el hallazgo en Dromolaxia Vizatzia, donde no solo hallaron los restos óseos de hombres y mujeres, sino también numerosos objetos preciosos.
La datación del hallazgo va desde el 1500 al 1300 aproximadamente, aunque los investigadores señalan que no puede asegurarse de que sean tumbas reales, lo más probable es que sea así.
En aquella época Chipre era un lugar de gran importancia para el comercio de cobre, lo que le abría las puertas a numerosas civilizaciones vecinas, las cuales se pueden rastrear en los objetos preciosos hallados en estas tumbas.
Cerca de la mitad de los objetos preciosos vinieron de otras tierras, por ejemplo, el oro y marfil descubiertos son originarios de Egipto, las numerosas piedras preciosas provenían de Afganistán, India o el Sinaí, mientras que del Báltico se llevaron los objetos de ámbar.
Los huesos también han sorprendido por su buen estado de conservación, o porque poseen numerosas joyas, diademas, etc., un ejemplo de ello, lo vemos con el entierro de una mujer rodeada de cerámica y joyas.
El hallazgo pudo realizarse, gracias a la técnica del magnetómetro, en los que se mide el campo electromagnético de la tierra, hallando anomalías que indiquen vestigios arqueológicos.