Edward O. Thorp: el hombre que descubrió que el blackjack no es sólo un juego de azar

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Marcelo Ferrando Castro
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Edward Oakley Thorp es considerado por muchos el “padre de la teoría del conteo de cartas” en el juego de mesa veintiuno. Además, fue el primer científico matemático en descubrir y  demostrar que el famoso juego de casino no era cien por ciento dependiente del azar, por lo que fue apodado como el “Einstein del blackjack”.

Thorp inspirado por el artículo “The Optimum Strategy in Blackjack en el Journal of American Statistical Association” creado en 1956 por Roger Baldwin, Wilbert Cantey, Herbert Maisel y James McDermott, aplicó todos sus conocimientos en el tema para poder desarrollar y mejorar la estrategia plantada en la obra.

Así mismo dio su primer paso para la creación de su libro “Beat the Dealer”, el cual le dio mucha popularidad al juego del blackjack en esos tiempos.

Este manual realizado por Edward en 1962 es considerado un libro que todo, principiante o experto, amante del juego tiene que leer para tener más ventaja sobre el casino.

Edward Oakley Thorp nace el 14 de agosto de 1932 en la ciudad de California, Estados Unidos, y a pesar que a solo escasos 7 años llegaría la explosión de la segunda guerra mundial que dejaría devastadores consecuencias, el joven chico logro a sus 25 años tener un doctorado en Matemática y una maestría en Física, pudiendo trabajar en una de las desarrolladoras de hardware y software de computadoras más grandes del mundo, IBM.

En esta multinacional estadounidense pudo desarrollar en la computadora IBM 704 todos los cálculos probabilísticos sobre su experiencia en el juego y el de otros apostadores del blackjack. Como resultado, una fórmula que le daba una amplia ventaja sobre el casino.

Ya con la fórmula del éxito, denominada así por muchos, Thorp se dirigió a Las Vegas a verificar que su estrategia fuese totalmente efectiva. Cuando Edward entra al casino, se sentó en una de las mesas de blackjack en donde la situación no era nada favorable para los apostadores, ya que la casa había ganado las últimas rondas.

Todos los jugadores parecían desesperados. Cuando vieron a Thorp con su estrategia todos desconfiaban de que funcionase.

Después de unos cuantos minutos, el “Einstein del blackjack” tenía un as y un siete sobre su mesa y su contraparte, el cuprier, tenía un 9. En ese momento decidió pedir una nueva carta, a lo que todos en la mesa reaccionaron negando con la cabeza señalándolo en sus pensamientos como un inexperto.

No obstante, la carta fue un 4, y después de varios ases y doses la cuenta del “padre del blackjack” era de 17. Según la fórmula de su estrategia, le dictaba que la próxima carta a salir era un 5 y en ese instante Edward le había ganado a la mesa con un 21 perfecto.

Todos los apostadores quedaron asombrados con tan arriesgada jugada, además Thorp pudo demostrar que sus estudios eran correctos.

Años más adelante siguió perfeccionando su estrategia para sacar el libro “Beat the Dealer” y así pasar a la historia como el hombre que descubrió que el blackjack no es un juego solo de azar.

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