El Liceo de Aristóteles descubierto en el centro de Atenas hace catorce años, después de una serie de intervenciones ha recibido su beneplácito por el Consejo Arqueológico Central para su apertura al público este verano.
El Liceo fue una escuela que fundó el propio Aristóteles tras su regreso a Atenas en el año 335 a.C. después de haber sido tutor de las enseñanzas recibidas por el príncipe Alejandro de Macedonia, el cual sería futuro Alejandro Magno. Recibió el nombre de Liceo al ser ubicado en tierras limítrofes con el Templo de Apolo Líceo.
En el Liceo se realizaban discusiones filosóficas y había sido lugar de encuentro de la asamblea ateniense antes de que se trasladase a la colina Pnyx de forma permanente. En este sitio el filósofo y sus alumnos discutían mientras daban un paseo (“peripato” en griego) por un pórtico cubierto, debido a esto recibió el nombre de escuela peripatética.
Aunque reconstruido posteriormente, el lugar vivió un gran episodio trágico, puesto que al estar situado fuera de las murallas de la antigua Atenas fue arrasado sin piedad por el general romano Lucius Sulla Cornelius en el 86 a.C.
La ubicación del lugar ha sido desconocida hasta el año 1996 en el que fue descubierto por unas excavaciones realizadas para el museo de Arte Moderno de Atenas.