El Hermitage Barcelona, cuya inauguración está prevista para el año 2024, ha dado un paso importante para convertirse en futuro punto de encuentro internacional del arte, el diseño y la cultura de la capital catalana, gracias a la aprobación de una concesión que le permitirá ubicarse en la Nova Bocana Nord del Port de Barcelona.
El proyecto contará con una inversión privada de 50 millones de euros y albergará una superficie útil cercana a los 13.000 metros cuadrados, en un espacio que aspira a revitalizar la actividad del barrio de la Barceloneta y sumarse a los atractivos culturales con los que la ciudad condal atrae cada año a millones de viajeros internacionales.
El nuevo centro cultural pretende establecer un diálogo con personas y lugares de distintas partes del mundo mediante sus lazos con el Hermitage de San Petersburgo, una de las mayores pinacotecas del panorama artístico que da cobijo a 3,2 millones de obras.
El director de la institución de San Petersburgo, Mijhail Piotrovsky, ha asegurado a Efe que el museo actuará como “puente de intercambio cultural” y punto de “entendimiento cultural” entre las dos ciudades europeas.
En opinión de Piotrovsky, esta aprobación supone una “muy buena noticia” ya que finalmente “podemos pasar a la siguiente fase” en la edificación del futuro espacio museístico, que creará 400 puestos de trabajos y buscará impulsar sinergias y alianzas con el entorno institucional, artístico y social de Barcelona.
Por ello, desde Hermitage Barcelona remarcan su “plena voluntad” para avanzar en la firma del convenio con el Ayuntamiento de Barcelona y el Port de Barcelona con el fin de sumar esfuerzos y aportar un nuevo activo de valor para la ciudad.
El proyecto está concebido por el prestigioso arquitecto Toyo Ito y combinará un moderno diseño visual basado en un juego de muro-cinta que envuelve los espacios del edificio con las últimas innovaciones en arquitectura sostenible, las cuales aprovecharán su atractivo natural al estar situado a orillas del Mediterráneo.