Durante mucho tiempo se pensó que la actual ciudad de Munich albergó alguna vez, un antiguo asentamiento celta de gran tamaño, logrando verificar la veracidad de este planteamiento antiguo, con los hallazgos de la aldea celta más antigua de Alemania junto a los restos de un cementerio tardorromano.
El elevado número de casas y estructuras arquitectónicas encontradas hace pensar que vivía un, mínimo de quinientas personas, lo que representa un alto número de habitantes para la época.
Uno de los hallazgos más resaltantes es el de una estructura de 65 pies, la cual pudo utilizarse con fines religiosos.
Los arqueólogos encontraron tumbas de este período de la Edad de Hierro del 450 al 15 a.C., y de la época final del Imperio Romano entre los siglos III y IV de nuestra era.