A pesar de que las tumbas escitas son poco comunes en Bulgaria, los investigadores hallaron recientemente el enterramiento de un guerrero escita en el que hallaron un cetro hecho de hueso, junto a restos de animales.
El cetro de hueso es una demostración de la alta técnica artística de los escitas, viéndose por un lado del cetro la imagen de un águila, mientras que por el otro lado es una imagen antropomorfa en donde lo que era el pico ahora es un sombrero.
Cuando los investigadores estaban excavando la tumba se dieron cuenta de que el pozo era distinto, ya que tenía forma de bota con una parte ahuecada, con rastros de que había sido abierto probablemente por saqueadores de tumbas.
Los escitas tenían en alto estima sus tumbas convirtiéndose en motivo de conflicto el profanar sus tumbas, por lo que de ser saqueadores de tumbas los que abrieron este entierro, probablemente al ver que era un guerrero élite escita hayan decidido abandonar el proyecto.