Durante la inmersión de un buzo bajo las aguas de la isla de Cerdeña se encontraron miles de monedas de bronce en estado excepcional de conservación, las cuales pertenecen al período que va desde el año 324 al 340 d.C.
Cuando el hombre se encontraba bajo las profundidades marinas, frente a la ciudad de Arzachena, divisó varios objetos metálicos en la pradera marina, notificando a las autoridades del hallazgo, quienes enviaron un grupo de arqueólogos submarinos quienes lograron rescatar el tesoro.
Los investigadores estiman que es el hallazgo más importante de monedas en los últimos años, superando con creces el encontrado en Reino Unido en 2013, aunque todavía las monedas están siendo clasificadas y contadas.
Las monedas presentan un inigualable estado de conservación, ya que de las decenas de miles de monedas encontradas, solo cuatro presentan daños importantes.
Aparte de las monedas, los arqueólogos encontraron también ánforas de fabricación africana y oriental, además de zonas donde se creen podrían hallarse naufragios.