¿Cómo es la Sala Negra donde se hallaron los frescos de Helena de Troya y Casandra en Pompeya?

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Leopoldo Ágreda Lovera
Nací en Mérida, un estado andino de Venezuela pero me crié en Caracas la ciudad donde crecí, observando el Ávila y haciéndome las preguntas más importantes sobre la vida, la sociedad y el universo, rodeado de árboles y el sabor agridulce de toda gran ciudad. En el trayecto de mi vida, conocí las calles y sus gentes, las cuales me ayudaron a formarme un mejor criterio de la existencia humana y las ciencias sociales, para luego estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde me he formado como historiador y pensador social. La lectura es uno de mis grandes vínculos con el pasado y la esencia de la humanidad, ya que como dijo Descartes, leer es como tener una conversación con las grandes mentes de la historia; el ajedrez es otra de mis grandes pasiones, ya que me ha ayudado a desarrollar una mejor comprensión de la vida, que junto a la música, forman los tres pilares de mis gustos actuales. Soy familiar, amante de la naturaleza y los animales, porque en ellos ves la esencia de la filosofía y de Dios.

La majestuosidad y belleza de la Sala Negra donde se encontraron los frescos de Helena de Troya y Casandra en Pompeya, no debe pasar desapercibida por lo que en este artículo, vamos a describir la magnificencia de esta imponente sala, que albergó estos impresionantes frescos.

La Sala Negra era un “oecus” o un salón de banquetes, que poseía unos 950 pies cuadrados de superficie, y unos 48 pies de largo por 20 de ancho.

Detalle. Crédito: Pompeii sites

A diferencia de otros salones de banquetes que poseían vista al mar o al exterior, la domus con los frescos tenía una pequeña vista a un patio donde debió haber varias matas, aunque al momento de suceder la explosión del Vesubio, se realizaban trabajos de construcción en el lugar.

El color negro de las paredes tenía la función de ocultar las manchas de hollín, pero también era un estilo que estaba a la moda y al estar en contacto con la luz de las velas, todos los frescos parecían estar en movimiento.

La belleza de Helena de Troya destaca en uno de los frescos donde se aprecia la hermosa mujer con Paris, quien viste con colores brillantes y dorado. En esta escena aparece un perro cuya expresión parece presagiar actos funestos.

Paris y Helena. Crédito: Pompeii sites

Casandra aparece en otro de los frescos siendo seducida por el dios Apolo, quien aparece vestido solo con una lira y una capa dorada con azul. La expresión de Casandra es de total duda, probablemente porque rechazará al dios Apolo.

Apolo y Casandra. Crédito: Pompeii sites

Unas teselas blancas con bordes negros todavía decoran el piso de la sala de banquetes, observándose también en los umbrales de las antecámaras, varios motivos artísticos como tréboles, flores, mosaicos policromados, etc.

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