El reciente hallazgo en Boncuklu Tarla de unos esqueletos con perforaciones corporales, representa la muestra más antigua de este tipo de ornamentación corporal, y posiblemente se relacione con algún tipo de ritual al entrar en la madurez.
Los arqueólogos se percataron de que los esqueletos presentaban perforaciones en las orejas y el labio inferior, con una pieza conocida como labrets que dejaba cierto desgaste en los alrededores de la boca. Desgaste que se corroboró gracias a los análisis de laboratorio.
Entre los materiales para elaborar los adornos se descubrieron objetos de piedra caliza, obsidiana, clorita, cobre, e incluso algunos utilizaron guijarros de río.
Un dato interesante que lleva a los investigadores a pensar que se trató de un ritual de la madurez, es el hecho de que no se encontró ningún tipo de estas perforaciones en las tumbas de niños, todos los que utilizaban dichas perforaciones hace 11 mil años eran adultos, ya sean hombres o mujeres.