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Antes de hablar del origen de la anatomía humana tenemos que saber qué es exactamente. La anatomía es la ciencia que estudia la morfología del cuerpo humano, dedicándose principalmente al estudio de las estructuras macroscópicas del cuerpo, ya sean sistemas (inmunitario, nervioso, óseo, muscular, etc.), o aparatos (digestivo, respiratorio, circulatorio, etc.).
La anatomía humana también tiene una subdivisión, que es la anatomía microscópica, en donde se estudian las estructuras anatómicas de forma asistida con otras herramientas (microscopios) como la histología (tejidos) y citología (células).
Anatomía proviene del griego “anatomē”, que significa “disección”, y es la rama de la biología que estudia la estructura del organismo y sus partes.
Sabemos lo que es, pero ¿sabemos cuál es el origen del estudio de la anatomía humana? Hagamos un repaso de su historia desde la antigüedad hasta Vesalius, el padre de la anatomía moderna.
El origen de la anatomía humana: Herófilo de Calcedonia y la Escuela de Alejandría
Si bien se suele citar al Renacimiento como período en el cual se inició la disección de cadáveres humanos para su estudio, lo cierto es que esta práctica comenzó en la Escuela de Alejandría, en el siglo III a.C., una de las pocas ciudades del mundo conocido en donde no era una práctica prohibida.

En ella encontramos a Herófilo de Calcedonia (335 a.C. – 280 a.C.), quien es considerado el primer anatomista de la historia junto con Erasístrato de Ceos, al realizar disecciones anatómicas de forma pública y sentando las bases de una anatomía más exacta.
Herófilo defendía fervientemente el uso experimental en medicina pues consideraba que era esencial hallar el conocimiento sobre bases empíricas.
Parte de sus acciones la podemos encontrar en el libro “De Medicina” de Aulo Cornelio Celso, como también en Tertuliano, uno de los primeros teólogos de la Iglesia, quien manifestó que Herófilo “practicó la vivisección sobre criminales y esclavos condenados a muerte, a los que hizo salir de prisión”.
Aportaciones de Herófilo a la anatomía humana
En ese momento, la medicina sentaba sus bases sobre los cuatro humores (bilis, bilis negra, flema y sangre), en donde si cualquiera de ellos se encontraba en desequilibrio, se producían enfermedades.
Hasta sus disecciones, la creencia era que las venas contenían sangre y una mezcla de agua y de aire. Con su trabajo, descubrió que en ellas sólo había sangre y, estudiando su flujo, encontró la diferencia entre venas y arterias.
A su vez, analizando el flujo, notó que las arterias latían rítmicamente, lo que le permitió certificar la sincronía que existe entre el pulso y los latidos del corazón, marcando a su vez el estándar para medir el pulso utilizando para ello un reloj de aguja.
Su trabajo con las venas le llevó a estudiar el cerebro, descubriendo la disposición de los vasos del cerebro, denominándose en la actualidad como “prensa de Herófilo” el confluyente venoso de la parte posterior de éste.
También fue la primera persona en diferenciar el cerebro y el cerebelo, en analizar los nervios del cráneo y en describir el nervio óptico y el nervio oculomotor.
Esto le llevó a diseccionar ojos, describiendo a la perfección las diferentes secciones y capas como la córnea, la retina, el iris y la coroides.
A su vez, fue el primero en afirmar que la inteligencia no se encontraba en el corazón, sino que se situaba en el cerebro.
Además, su estudio del encéfalo le permitió describir las meninges, el cuarto ventrílocuo, los plexos coroideos y la confluencia de los senos cerebrales.
Fue también quien denominó al duodeno, y estudió y analizó el hígado, el páncreas, el tracto digestivo y las glándulas salivales.
A Herófilo se le atribuye el mayor estudio realizado sobre el sistema reproductivo femenino, y hay quien le atribuye a su vez el descubrimiento del óvulo.
Las fuentes le atribuyen más de nueve tratados de anatomía, pero todos ellos desaparecieron con el incendio de la biblioteca de Alejandría a manos de Julio César en el año 48 a.C., cuando, durante la segunda guerra civil de la República romana, los soldados romanos incendiaron sus naves con el fin de bloquear la flota de Ptolomeo XIV, el hermano de Cleopatra, con la mala suerte de que el fuego se extendiera y alcanzara la biblioteca.
Galeno: el médico de la antigüedad

Durante el Imperio Romano surge la figura de Galeno de Pérgamo (129 – 216), más conocido como Galeno, médico, cirujano y filósofo que es, posiblemente, el investigador de medicina más famoso de la antigüedad.
Influyó en el desarrollo de varias disciplinas como anatomía, fisiología, farmacología y patología.
Fue quien comenzó a realizar informes anatómicos basándose en disecciones, principalmente de monos y cerdos, debido a que las disecciones en humanos estaban prohibidas.
Fue pionero en el estudio de la anatomía, y si bien su obra contiene muchos errores, su aproximación al funcionamiento del cuerpo humano ha sido bastante fiel, siendo considerado uno de los médicos más importantes de la historia y el primero en hacer descripciones detalladas de diversos órganos y aparatos internos humanos.
Sus informes anatómicos fueron la base de la medicina durante siglos, hasta el año 1543 cuando se publicó “De humani corporis fabrica”, obra de Andreas Vesalius, considerado el padre de la anatomía moderna.
Andreas Vesalius: el padre de la anatomía humana moderna
Andreas Vesalius (cuyo nombre real en holandés es Andries van Wesel – 1514 – 1564), es considerado el fundador de la anatomía humana moderna y autor de uno de los libros de anatomía más influyentes de la historia, “De humani corporis fabrica”; además de profesor en la Universidad de Padua y médico imperial en la corte de Carlos V.
Hasta la aparición de Vesalius, los textos de Galeno se consideraban inexpugnables, incluso para él, quien apreciaba y valoraba todo el trabajo que había realizado el médico griego.
Sin embargo, Vesalius se centró en la disección humana como una herramienta fundamental de enseñanza, pues creía, como Herófilo en su momento, que la observación directa era el recurso más confiable para el aprendizaje.

Así, decidió crear ilustraciones detalladas sobre anatomía y al descubrir que eran ampliamente copiados y distribuidos, los publicó en 1538 con el título “Tabulae anatomicae sex”.
A este tratado de anatomía le siguió “carta Venesection”, un estudio completo sobre la sangría, el tratamiento más utilizado casi para cualquier enfermedad, apoyando en su caso la tesis de Galeno de extraer la sangre desde un punto cercano a donde se situaba la enfermedad.
Las refutaciones al estudio de Galeno
En 1541 se produce un hecho que revolucionaría sus estudios y la anatomía: comienza la disección en humanos, lo que provocó un cierto sisma en la comunidad médica de la época por comenzar a contradecir a Galeno, aunque siempre lo respetó y tuvo en cuenta que sus trabajos se basaron en animales al tener prohibida la disección en humanos.
La refutación más importante que hizo sobre el trabajo de Galeno lo encontramos en sus análisis sobre la sangre. Galeno creía que las arterias la transportaban hacia los órganos superiores, como el cerebro y los pulmones, desde el ventrículo izquierdo del corazón; en tanto que desde el derecho partían las venas que transportaban la sangre hacia órganos menores, como el estómago.
Para que esto funcionase, debía existir una apertura que interconectara los ventrículos, algo que Galeno afirmó y muchos anatomistas posteriores durante 1400 años confirmaban.
Sin embargo, Vesalius jamás pudo encontrarlos, aunque tampoco insistió en refutar las ideas de Galeno muy arraigadas en ese momento.
‘De humani corporis fabrica’: la obra maestra de Vesalius
En 1543 Vesalius publicó su gran obra, un tratado muy completo sobre anatomía humana con más de 200 ilustraciones que se cree que fueron realizadas por Jan Stephen van Calcar, alumno de Tiziano, y el cual le dedicó al emperador Carlos V.
A través de sus anotaciones e ilustraciones extremadamente detalladas, se podía apreciar el funcionamiento interno del cuerpo humano de forma tridimensional, en donde describe a la perfección cada órgano y huesos del cuerpo de una forma que no había sido posible hasta el momento.
Así, describió por primera vez de forma clara el hueso esfenoidal, el vestíbulo en el interior del hueso temporal y demostró las tres porciones del esternón y las cinco del sacro.
Describió, a su vez, con mucho detalle la conexión entre el estómago, el bazo, el colon y el epiplón; el apéndice en el hombre, el mediastino y la pleura; además de hacer la descripción más completa hasta ese momento del cerebro humano.
Otras obras destacadas de Vesalius
Sus investigaciones no acaban solo en esta obra, sino que se pueden complementar con las demás como “De fabricae”, en donde detalla concienzudamente cada uno de los músculos del cuerpo humano describiendo la fuente y su posición.
Al igual que hiciera Herófilo en su momento, demostró que el centro de la mente y las emociones se encontraba en el cerebro y no en el corazón como creía Aristóteles, y que allí era en donde se originaba el sistema nervioso.
Además, y en otro hallazgo idéntico al de Herófilo, demostró que la sístole cardíaca era sincrónica con el pulso arterial.
Entre otros hallazgos, se destacan las refutaciones a Galeno sobre que los hombres tenían una costilla menos que los hombres; y descubrió que el peroné y la tibia eran más grandes que el húmero, diferenciándose otra vez de Galeno quien creía que eran iguales.
El valor de la obra de Vesalius
La publicación de esta obra le otorgó gran fama, especialmente en Italia, aunque debió enfrentarse a la imposición de la tradición respecto a los tratados de Galeno.
Sin embargo, Vesalius estaba completamente convencido de sus escritos pues se basaban únicamente en la observación a través del propio cuerpo humano, en tanto que las del médico griego eran dadas por la observación en animales.
De este modo y por todos sus estudios y obras, Vesalius es considerado el “padre de la anatomía moderna” y sus tratados han servido a la evolución de la medicina, además de como inspiración artística durante todo el Renacimiento.
En un siguiente artículo hablaremos de la anatomía artística, la cual está profundamente ligada a la humana y en donde encontraremos tratados de anatomía de gran importancia de autores como Leonardo da Vinci o Mondino dei Liuzzi.
Imágenes: Dominio Público