Se revelaron las identidades de los ocupantes de las tumbas reales de la región de Vergina al norte de Grecia, concluyendo que en ellas, yacen los restos de varios familiares de Alejandro Magno, incluyendo a su padre Filipo II.
Para obtener la identidad de los ocupantes, se realizaron múltiples pruebas que van desde los rayos X o las macrofotografías, hasta exámenes anatómicos u osteológicos.
La Tumba I posee evidencia consistente con Filipo II, ya que allí, yacen los restos de un hombre víctima de una muerte violenta junto a un bebe y una mujer, que se presume fue la madrastra de Alejandro, llamada Cleopatra quien murió al poco tiempo de perecer Filipo II.
Acerca de la Tumba II los investigadores determinaron que allí, yacen los restos de la guerrera Adea Eurydice, la esposa guerrera del hermano de Alejandro Arrhidaeus.
En esa tumba los investigadores encontraron objetos de guerra relacionados a Alejandro, además de que determinaron la identidad de la mujer, gracias al estudio anatómico que arrojó un cambio en su cuerpo debido a grandes marchas a caballo.
Por ahora, no se encontraron evidencias de que el nieto de Alejandro Magno, esté enterrado en la Tumba III como la tradición ha señalado durante mucho tiempo.