La leyenda de la Santa Faz de Lucca

Más leídos

Marcelo Ferrando Castro
Después de estudiar Historia en la Universidad y tras muchas pruebas previas, nació Red Historia, un proyecto que surgió como medio de divulgación en donde encontrar las noticias más importantes de arqueología, historia y humanidades, además de artículos de interés, curiosidades y mucho más. En definitiva, un punto de encuentro para todos en donde poder compartir información y continuar aprendiendo.

La Santa Faz de Lucca (en italiano: Volto Santo di Lucca ) es una antigua talla de madera (crucifijo) de 2,4 m de altura que representa a Cristo crucificado.

Actualmente se encuentra en Lucca, Italia, en una capilla octogonal de mármol construida en el año 1484 por Matteo Civitali, en la nave izquierda de la catedral de San Martín, en Lucca (Italia).

Introducción

Si seguimos algunas leyendas medievales, encontramos entre muchas la famosa leyenda de la Santa Faz, la que en algunas de sus versiones se afirma que fue esculpida por Nicodemo, quien ayudó a San José de Arimatea a colocar a Cristo en su tumba después de la crucifixión

En estas mismas leyendas encontramos su milagrosa llegada a Lucca en el 782 d.C.

La datación por radiocarbono de la madera sitúa su elaboración entre los años 770 y 880 d.C., lo que se corresponde a la “Leyenda de Leobino”, la cual dice que la Santa Faz llegó de Palestina a Lucca en el año 782, aunque otra versión de la leyenda la data en el año 742).

Santa Faz de Lucca.

Copias de la Santa Faz de un tamaño similar y elaboradas en el siglo XII se encuentran ampliamente repartidas por Europa, como:

  • La Cruz de Imervard en la Catedral de Brunswick en Braunschweig, Alemania.
  • El Santo Rostro de Sansepolcro en Sansepolcro, Italia.
  • El Crucifijo Batlló de Barcelona, España (probablemente).

Historia de la Santa Faz de Lucca

La historia “oficial” marca el año 782 como la llegada de la Santa Faz a la Basílica de San Frediano.

Su traslado a la catedral, justificado por la traducción de la milagrosa leyenda de la Santa Faz conocido como ‘De invenención, revelatione ac translatione Sanctissimi Vultus’ o, más comúnmente como “Leyenda de Leobino”, muy probablemente esté relacionado con el episcopado de Anselmo da Baggio (1060-1070), quien lo presentó en la consagración de la nueva catedral románica el 6 de octubre del año 1070.

Los detalles que se marcan desde la propia leyenda de la que hablaremos a continuación, también sugieren que la imagen estuvo con anterioridad en Luni (Liguria), la antigua sede de un obispado y el principal rival comercial de Lucca. 

Luni perteneció al territorio bizantino y fue saqueada por los sarracenos, fue disputada entre bizantinos y lombardos y, finalmente, reducida a una aldea en el siglo VIII.

Estilo artístico

Pero pese a esta información, la escultura no tiene ninguna relación estilística con la escultura lombarda de los siglos X o XI. 

Por su parte, la iconografía de un Cristo crucificado con un ‘colobium’, una túnica que llega a los tobillos, es más frecuente encontrarla en las zonas más hacia el este, al tiempo que el estar tallado a tamaño natural suele ir en contra de las normas bizantinas.

Este tipo de Cristo crucificado de tamaño natural eran más frecuentes en Alemania desde finales del siglo XI, después de ser creada la Cruz Gero de la Catedral de Colonia en el año 970, la cual parece haber sido el prototipo en la que se basaron las posteriores.  

La túnica larga sí puede ser una influencia bizantina, aunque también existen muchos ejemplos occidentales en manuscritos iluminados otonianos entre otros.

Finalmente, el cinturón de la Santa Faz no tiene precedentes en una Crucifixión de Oriente u Occidente. 

La ‘Luminara’, la procesión de la Santa Faz

En Lucca, cada 13 de septiembre se realiza una procesión anual a la luz de las velas llamada la ‘Luminara’ dedicada a la Santa Faz, siendo esta la víspera de las celebraciones religiosas del día siguiente.

Luminara de la Santa Faz. Crédito: Códices Medievales

La procesión va hacia la Basílica de San Frediano, en donde una serie de frescos conmemora la leyenda de Nicodemo esculpiendo la imagen con madera de cedro del Líbano.

La leyenda de la Santa Faz

La Leyenda de su creación.

Nicodemo había completado todo el crucifijo, pero no aún el rostro. De este modo, se quedó dormido y al despertar encontró el Santo Rostro completado por un Ángel.

Nicodemo esculpe la Santa Faz. Crédito: Códices Medievales

Estos iconos del cristianismo se conocen como ‘Vera icon’ o ‘acheiropoieta’ , que significa que son objetos «no hechos por manos humanas»

La Santa Faz y su llegada a Luni

La leyenda cuenta que la Santa Faz fue descubierta en una cueva en Tierra Santa por el «obispo Gualfredo«, quien fue guiado a ella por un sueño revelador.

Esta leyenda añade que la Santa Faz apareció misteriosamente en el año 742 en un barco sin tripulación a la deriva en el mar Tirreno, y que llegó al puerto de Luni.

Llegada de la Santa Faz a Luni. Crédito: Códices Medievales

Cuando los habitantes de Luni intentaron abordar el barco y tomar la reliquia, ésta se escaba milagrosamente de sus manos.

El obispo de Lucca, Juan I, fue avisado por un sueño de la llegada de la embarcación al puerto y junto a sus clérigos y muchos habitantes de Lucca y se dirigieron hacia Luni.

Cuando llegó a la ciudad, ordenó a los hombres que cesaran en su intento de recuperar el barco y todos observaron como, milagrosamente, la embarcación se habría lugar entre todos para detenerse frente a Juan.

Esto fue tomado como una demostración divina por parte de los habitantes de la ciudad, quienes desistieron en su intento de hacerse con la reliquia aceptando que perteneciera a Lucca desde ese momento.

La leyenda continúa con otro milagro, al decir que la imagen fue llevada a Lucca en un carro tirado por bueyes sin conductor, una demostración más de la “rectitud” de su posesión por parte de la ciudad de Lucca.

Imagen del facsímil de la Santa Faz de Códices Medievales.

Una vez en la ciudad, fue trasladada a la iglesia de San Frediano pero milagrosamente se traslada por su cuenta a la iglesia de San Martino, interpretándose como la razón fundamental para que ésta sea elegida como catedral de la ciudad.

Este relato podemos encontrarlo en antiguos códices, y en la actualidad se puede obtener un facsímil de la obra en la página Códices Medievales.

Popularidad de la Santa Faz

Su popularidad se expresó en forma de leyendas y mitos para satisfacer a los peregrinos que hicieron de la catedral de Lucca, el objetivo de sus peregrinajes desde todas partes de Europa. 

Al igual que otras reliquias o imágenes famosas como el Cinturón de la Virgen de Prato, la Santa Faz sólo está disponible para ver en ciertos días del año.

Anécdotas de la Santa Faz

  • «Por el rostro de Lucca» fue el «juramento habitual» de Guillermo II de Inglaterra.
  • La Santa Faz aparece en monedas medievales de Lucca.
  • Dante menciona la Santa Faz de Lucca en su Infierno, en el Canto XXI, donde un demonio llora:

Qui non ha luogo il Volto Santo!
qui si nuota altrimenti che nel Serchio . 

La Santa Faz en Cataluña

Otra leyenda sitúa la Santa Faz en Cataluña, que habría llegado allí con los pisanos cuando, en el año 1114, arribaron a Barcelona para ayudar a Ramón Berenguer III en su conquista de las islas Baleares.

Así, durante el período románico, la imagen fue muy venerada en la región.

Leyenda del violinista

Existe también una leyenda sobre un violinista devoto de la Santa Faz, que recibe de ésta uno de sus zapatos hecho en un metal precioso (varía según la historia), que se registra por primera vez en el siglo XII.

La leyenda del violinista y la Santa Faz. Hans Burgkmair, xilografía (1507)

En la leyenda general, la escultura permita que el zapato se caiga (o la patea) hacia el violinista, a pesar de que, en algunas versiones, está atravesado por un clavo.

El violinista es, o bien un peregrino pobre, o bien un gran devoto que es recompensado por tocar con frecuencia frente a la imagen, o bien que sólo es capaz de tocar el violín una vez que la Santa Faz le da buena suerte.

Así, el violinista puede pedir limosna y el zapato se llena de monedas, que es cuando el artista devuelve el zapato. Esto se repite cada vez que el violinista se presenta frente a la imagen.

En uno de los relatos, el artista es juzgado por el robo de la zapatilla, pero logra escapar de la condena.

La leyenda también pasó a formar parte del culto de Wilgefortis, el alter ego de la Santa Faz. 

Wilgefortis, el ‘alter ego’ de la Santa Faz

A finales del siglo XIV, la Santa Faz inspiró milagros y veneración en los Países Bajos, Baviera y el Tirol, momento en el que su conexión con Lucca había pasado a un segundo plano.

La túnica larga que llevaba la estatua hacía pensar que la figura era de una mujer. Para explicar la barba, se desarrolló una leyenda sobre una joven noble a la que milagrosamente le creció la barba para mantener su virginidad

Esta leyenda cuenta que su padre, que se dice que era el rey de Portugal, le prometió matrimonio con otro rey pagano.

Wilgefortis, que había hecho voto de virginidad perpetua, rezó para que le repugnara a su futuro marido. Como resultado, se dejó crecer una barba larga y suelta. Enfurecido, su padre la hizo crucificar. 

Wilgefortis se convirtió en una figura popular en el catolicismo, asumiendo varios nombres locales incluidos Kümmernis en Alemania o Sainte Débarras en Francia y fue debidamente inscrita en el Martyrologium Romanum en 1583, conservando seguidores devotos hasta el siglo XIX.

Facsímil de la Leyenda de la Santa Faz

En la actualidad, en la página Códices Medievales se puede comprar un facsímil de la Leyenda de la Santa Faz, con una cubierta de piel y una serie de réplicas de imágenes verdaderamente hermosas, siendo una reproducción real con una muy alta calidad.

- Advertisement -

Más artículos

Deja una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

- Advertisement -

Últimos artículos