Un análisis químico en los ingredientes de embalsamamiento de la momia de Senetnay, demostró a los investigadores, no solo que Senetnay perteneció a una familia de élite sino que los egipcios poseían conocimientos complejos sobre el arte de momificar.
El estudio se centró en dos recipientes que guardaban el hígado y los pulmones de la aristócrata, demostrándose que en ambos recipientes había una mezcla de varios ingredientes orgánicos, a saber: grasa animal, cera de abeja, aceites vegetales, betún, resina de pino y otros árboles.
Sin embargo, cuando los investigadores sometieron a estudio el recipiente de los pulmones se percataron de que había dos ingredientes más; uno de ellos es el larixol extraído de árboles coníferos.
El segundo ingrediente no se ha identificado, pero por sus características se cree que proviene de árboles de la India.
Con este descubrimiento no solo se avala la condición de riqueza de Senetnay, sino que los egipcios utilizaban ingredientes foráneos y específicos, para cada órgano en su resguardo después de la muerte.