La reciente estación china en la Antártida conocida como Qinling, ha provocado gran preocupación en varios países occidentales, principalmente Australia, ya que los satélites chinos utilizados para los estudios científicos tienen la capacidad de interceptar señales de radares australianos.
China posee presencia en la Antártida luego de que se aceptara su incorporación en el Sistema de Tratado Antártico, con estatus consultivo, permitiendo la cooperación científica prohibiendo cualquier actividad militar de los 56 miembros firmantes.
La instalación fundada recientemente tiene un diseño que recuerda a la constelación de la Cruz del Sur, que honra al antiguo navegante Zheng He.
Está estación se encuentra bajo la jurisdicción del Instituto de Investigación Polar de China, cubriendo una superficie de 5.244 metros cuadrados.